Les Rendez-Vous de Paris - Eric Rohmer

Eric Rohmer es uno de mis directores favoritos y como no podía ser menos quería hablar de alguna de sus películas con motivo de su reciente fallecimiento. Pese a que él ya no este entre nosotros, felizmente nos queda su magnifico trabajo y esta no será la última vez que hable de él. Lo último que he visto de Rohmer es el pack “Paris” que consta de tres dvds que reúnen las primeras películas de Rohmer y “Les Rendez-Vous de Paris” de 1995. “El signo del león” (1959), es su primer largometraje y me ha parecido muy interesante, aunque diferente de los que le seguirían. “La carrera de Suzanne” por el contrario parece ya tener el carácter de sus siguientes películas. Algunas de las películas son de carácter documental como “Louis Lumiere” y “Nadja en París”. París tiene una gran presencia en casi todas las películas del pack. Están realizadas en los años 60 y dan una semblanza muy real de la ciudad en aquella época. Es un París muy similar al que aparece en otras películas de la nouvelle vague como “Banda aparte” o “Al final de la escapada” de Godard.
“Les Rendez-Vous de Paris” muestra no sólo un París turístico, sino también calles no conocidas pero con un ambiente muy parisino. Me ha gustado más que las películas de época de los últimos tiempos de Rohmer, pero menos que los cuentos y proverbios. Aunque no la mejor de Rohmer, es una película recomendable para los amantes de Paris y del director. A mí me recordó el viaje que hice a París la primavera pasada. El mercadillo de la primera historia es el típico que se puede ver en las aceras allí. En la segunda historia la pareja protagonista tiene citas en diversas partes de la ciudad, especialmente en parques e incluso en un cementerio, el de St. Vincent, parecido al Pere Lachaise donde yo visite tumbas famosas. Rohmer parece haber rodado sin conceder importancia al viento o la lluvia y eso crea un ambiente muy natural. En la última historia una de las actrices se parece un poco a Laurence De Monaghan de “La rodilla de Claire”. Su personaje, una chica sueca, no congenia mucho con el pintor protagonista, tienen puntos de vista opuestos sobre arte. Es curioso, porque en una película de Woody Allen el personaje masculino hubiera estado encantado como Allen con Diane Keaton en “Manhattan” o Liam Neeson con Judy Davis en “Maridos y mujeres”.