1) La luna. Mirar el cielo, las nubes durante el día y las estrellas y la luna por la noche. A las nubes las observo cuando estoy a mil y necesito tranquilidad. A la luna y las estrellas las miro cuando me siento sola, cuando tengo la necesidad de recordar tiempos pasados, pero también cuando tengo ganas de soñar. Mirar el cielo nocturno es no sentirse solo... tal vez alguien más esté mirando esa luna o esas estrellas. Es estar acompañado. ¡Y es tan hermoso! Es sentirse infinito.
2) La lluvia. Mojarme, sentir, ver, dormir. Agua. La lluvia es mágica. Acompaña cuando estamos tristes, mezclándose con nuestras lágrimas; y al mismo tiempo purifica. Purifica el alma, el corazón, y nos aleja de las preocupaciones. No hay nada más hermoso que escuchar el ruido de la lluvia cuando estamos acostados. Transmite tanta magia, tanta paz...
3) El olor a libro nuevo. Si hay un aroma que me da placer, es el olor a un libro recién abierto. Es oler el punto de partida de algo misterioso, es sumergirse a lo desconocido, a la aventura, a la imaginación. Es comenzar a creer en que podemos volar.
4) Las paletas de colores. Tienen algo sumamente atrayente más allá de los colores. Es como tener un arco iris en las manos, es tener vida y energía a nuestro alcance. Y sobre todo alegría... pura alegría y vitalidad. Cuando tengo una en mis manos, soy una niña nuevamente.
5) El chocolate negro. Soy una adicta empedernida, sin remedio para esta obsesión. No existe cosa más rica que el chocolate. No solo es rico, sino que también alivia las penas, nos reconforta. Nada más rico que una taza de chocolate caliente en invierno... o una barra de chocolate con almendras para una noche de películas... Pensar en chocolate provoca que mi boca se vuelva agua.
6) Besar. ¿Es que acaso hay muestra de afecto más hermosa que un beso? No cualquier beso, un beso de amor, sintiéndolo con el corazón y el alma. Nos eleva. Tengo una forma muy particular de pensar acerca de los besos, creo que sólo están reservados para aquellas personas a quienes queremos. No entiendo a las mujeres/hombres que pueden andar besuquéandose con cualquiera. Un beso es un pacto, un sello de afecto, de cariño... no puede ser dado a cualquiera. Un beso es magia pura, un encantamiento. Un beso sin sentir nada no es beso, es la nada... Besar queriendo, besar deseando... ¡eso es besar de verdad! ¡Y tan lindo se siente! (Y si te muerden, más tierno)
7) Las mariposas. No sé que tienen, pero me encantan. Será su fragilidad... serán sus colores... será su delicadeza, su elegancia... será su evolución, de oruga a una bella mariposa. No sé que tienen, pero hay algo en ellas que me atrae mucho. Son mi amuleto de la suerte, no hay malas vibras si no hay mariposas. Tengo las fotos de mi familia rodeadas de ellas, las considero como guardianas, como señal de buena suerte. Son el espíritu, el alma.
8) Bailar. Amo bailar, debería haber nacido dentro de un circo o en una compañía de teatro para vivir arriba de un escenario, rodeada de gente. Debería haber estudiado baile desde chiquita para estar hoy bailando en algún escenario... Pero no lo hice, y no hay vuelta atrás. Bailar me libera de las tensiones. El ritmo se mete en mi piel y me hace volar. Mi cuerpo se convierte en algo liviano, sacudido por una ola de pasión al oír la música, poseído por una fuerza indescriptible que nace en el alma y no muere, jamás muere. El corazón acelera los latidos y estalla de felicidad. Bailar, oh bailar, que hermoso que es bailar.
9) El tiempo. A veces es nuestro amigo y otras veces se convierte en enemigo, pero todos dependemos de él. Creo que he aprendido a confiar en que nos tiene preparado el mejor final. Me ha hecho sufrir, me ha hecho llorar... pero de esas caídas siempre me levanté. Me ha demostrado que todo pasa por algo, que hay que ser paciente y dejar que las cosas fluyan, que sigan su curso. Por cada lágrima hay una risa esperando.
10) Amar. Soy una persona que disfruta mucho la compañía de la gente. No podría estar sola jamás. Necesito del afecto de alguien, ya sea de mi familia o de mis amigos. Tengo la necesidad de abrazar, de querer, de estar ahí en todo momento. Y por eso mismo soy tan enamoradiza... Quien me ame, debe saber que cuando yo amo, amo con el corazón. Me lo han roto, si, no voy a mentir... pero no tengo miedo de amar. Tengo un pozo sin fondo, interminable, lleno de amor para dar.