Damiselas en apuros



 
“Damiselas en apuros” (Damsels in Distress) es la esperada cuarta película de Whit Stillman tras catorce años de silencio. Mi impresión general es que es una película bastante irregular. Stillman se movía con agilidad en el terreno Woody Allen, pero ha resbalado al hacer una incursión en el terreno Wes Anderson.  Las películas anteriores de Stillman tenían personajes idiosincrásicos y un particular sentido del humor intelectual, pero eran realistas. Según el propio Stillman su nueva película es una utopía, cualquier parecido con el mundo real por tanto es pura coincidencia. Se desarrolla en un campus universitario actual, pero los ordenadores, móviles etc. brillan por su ausencia.  La manera de vestir muy Stepford Wives recuerda a los años 50 y primeros 60. Y algunos de los personajes y situaciones son casi surrealistas.
Las influencias reconocidas por Stillman son “Rushmore” de Wes Anderson, Jane Austen, Evelyn Waugh, Oscar Wilde, Samuel Johnson y “Animal House” (Desmadre a la americana).  Se la ha comparado también con “Mean Girls” pero Stillman rechaza enérgicamente el paralelismo. Y hace bien porque alguien que vaya al cine pensando que va a ver algo similar se equivoca y mucho. En realidad, se trata de la antítesis de “Mean Girls” (Chicas malas). Violet, Heather y Rose son “buenas” y quieren ayudar, para eso han creado un “Club de prevención del suicidio”. Estas tres amigas con nombres de flores pretenden civilizar el campus y combatir la depresión a través de la higiene, la aromaterapia y el claqué. El problema es que aquellos que pretenden ayudar imponiendo sus propios criterios a menudo resultan antipáticos y condescendientes a la audiencia. La heroína tampoco es como en “Mean Girls” la alumna nueva a la que acogen que en este caso se llama Lily (lirio, azucena). La protagonista real es Violet (Greta Gerwig), la líder del grupo, que al principio puede resultar arrogante y engreída. Hay que esperar a que un desengaño amoroso con su novio Frank la humanice para poder simpatizar con ella. La fachada de seguridad de Violet encubre en el fondo bastante ingenuidad e inexperiencia. Entonces comenzamos a tener más información sobre el pasado de Violet. Se ha reinventado a sí misma, su nombre ni siquiera era Violet. Stillman reivindica ese derecho a reinventarse, otros dos personajes Rose y Fred (a veces también llamado Charlie, ambiguo personaje interpretado por Adam Brody que oscila entre Lily y Violet) según se irá descubriendo también se han creado nuevas personalidades.  

 
Stillman podría decir que “yo soy Violet” igual que Flaubert decía que él era Madame Bovary o Eric Rohmer decía ser Delphine (El rayo verde). Violet es una idealista con una visión de cómo debería ser el mundo e intenta llevar a cabo sus ideas. Otro de los rasgos positivos de Violet es el deseo de mejorar continuamente y conseguir la excelencia. También es así su amiga Rose que odia la palabra “fine” utilizada para todo. Recomiendo verla en versión original por el empleo que se hace del lenguaje. La pena es que ese inglés tan estilizado se utiliza para hablar de banalidades. A la manera de Oscar Wilde se habla con seriedad de cosas triviales y trivialmente de cosas serias. Otra constante en el cine de Stillman es la nostalgia por el pasado. Violet y sus amigas encuentran el presente vulgar y reivindican la elegancia y el estilo de otros tiempos.
Tiene partes divertidas e incluso un número musical sacado de “A Damsel in Distress” de Fred Astaire (Things Are Looking Up). Pero la deslavazada historia de los personajes principales no tiene una conclusión satisfactoria. Por otra parte, hay escenas que añaden metraje sin contribuir nada a la trama o a la diversión. 





Cita políticamente incorrecta

VIOLET: ¿Has escogido un tema para tu trabajo final?
FRED: El declive de la decadencia.
VIOLET: ¿Crees que la decadencia está en declive?
FRED: Definitivamente. Mucho. Gran, gran declive.
VIOLET: ¿Cómo?
FRED: ¿Cómo o en qué forma?
VIOLET: Cualquiera.
FRED: Por ejemplo el movimiento *flit en la literatura, o la homosexualidad. Se ha ido para abajo, por la cañería.
VIOLET: ¿Qué quieres decir?
FRED: Antes la homosexualidad era algo refinado, oculto... aspiraba a los mayores niveles de la creatividad y a menudo los alcanzaba. Ahora parecen ser idiotas musculosos de acá para allá en camisetas. Es muy desilusionante.
VIOLET: ¿Eres gay?
FRED: No especialmente, pero en otra era, podría haber tenido su atractivo. Ahora no le veo la finalidad.
VIOLET: Podrías estar idealizando el pasado.
FRED: Nunca lo sabremos. El pasado pasó, más vale idealizarlo.
VIOLET: Podrías tener razón.

*Literatura Flit: tradición dandy en la literatura.

Creo que es una gruesa generalización; ni los homosexuales de entonces eran todos refinados decadentes, ni los de ahora son todos horteras de musculos inflados. Pero es verdad que la imagen mental que tenemos de la homosexualidad en el pasado es de esos elegantes dandys tipo Oscar Wilde. Mientras que el estereotipo de los actuales se parece más a los protagonistas de “Queer as Folk”. Me ha gustado la frase que dice que a menudo alcanzaron “los mayores niveles de creatividad” porque estos escritores dandys (algunos de ellos gays) se cuentan entre mis favoritos. Y porque es uno de los pocos diálogos de la película que recuerda los de "Metropolitan" y "The Last Days of Disco".