Genealogías de un crimen



Tras conocer la muerte de su hijo, Solange (Catherine Deneuve) acepta ejercer como abogada de René, un chico acusado del asesinato de su tía Jeanne. Solange cree que el asesinato ha sido resultado de la manipulación que la Sociedad Psicoanalítica Franco Belga y la propia víctima ejerció sobre René para probar sus teorías. Jeanne que era psicoanalista creía que la personalidad estaba ya determinada a los 5 años. Cuando al morir sus padres se hace cargo de criar a René, también le estudia y llega a la conclusión de que René tiene tendencias homicidas. Según se va adentrando en el caso Solange se identifica cada vez más con Jeanne. Catherine Deneuve interpreta a los dos personajes que sólo cambian en que Solange es rubia, mientras que Jeanne es pelirroja.

Raoul Ruiz se adentra en el mundo del psicoanálisis de manera barroca, surrealista, cómica y a veces absurda. La puesta en escena está llena de recursos como encuadres inhabituales, espejos etc. La casa de Jeanne en la que se reúne la Sociedad Psicoanalítica Franco Belga ha sido antiguamente un burdel. La Sociedad organiza representaciones teatrales de escenas como método terapéutico. René realiza un juego con Jeanne-Solange en el que cada uno pretender ser el otro.

El único testigo George Didier (extrañamente cómico Michel Piccoli), presidente de la Sociedad, es poco fiable ya que tiene una enfermedad que le hace olvidar las caras. Su enemigo declarado es el dandy literario Christian Morail, presidente de la Sociedad Psicoanalítica de l’Ile-de-France. Si George Didier es freudiano, a Christian Morail se le podría encuadrar como más cercano a Jung. Tiene una idea según la cual los crímenes siguen el patrón de historias y personajes arquetípicos. En el fondo de la película yace la cuestión de la predeterminación frente al libre albedrío.

Algunas escenas del personaje que me ha parecido más interesante de todos, Christian Morail:




JUEZ VERRET: Nuestro amigo cree que los cuentos de hadas son peligrosos.
CHRISTIAN CORAIL: Yo nunca he dicho eso.
JUEZ VERRET: Simplifico.
CHRISTIAN CORAIL: Yo digo que los cuentos de hadas y de manera general las historias que contamos actúan en nosotros como la enfermedad o si quiere como el demonio. Usted, por ejemplo, podría estar encarnando a uno de los hermano Karamazov. Y yo a el otro. Y los dos juntos, podemos hacer revivir la novela y arrastrar con nosotros a víctimas inocentes que morirán sin saber que han sido asesinadas literalmente por una historia sedienta de sangre. .. Lo siento, una vez que me lanzo, como todos los soñadores, soy hablador.
SOLANGE: Pero de acuerdo con su teoría. ¿Quién era Jeanne Higgins? ¿Según usted que historia encarnaba ella?
CHRISTIAN CORAIL: Ella era especial. No era una novela o un cuento. Ella era más modesta, ella se contentaba con revivir un suceso de principios de siglo: el caso de la doctora Hermine Hellmut von Hug, que había revivido un caso napolitano del siglo XVIII, y así sucesivamente. Lo que tiene de particular, sabe, es que nuestra Jeanne estaba muy bien informada. Hizo su tesis sobre la obra de la doctora von Hug. Eso es lo que me deja perplejo.


CHRISTIAN CORAIL: Mis condolencias, perder a un padre es duro.
HIJA DE VERRET: Lo es. Pero no lo veía desde que tenía 5 años y nos dejó.
CHRISTIAN CORAIL: Es verdad, era un gran solitario. Era el lobo estepario de Hermann Hesse, aunque estoy seguro de que nunca leyó el libro.

Esta parte me ha parecido curiosa porque después de ver la película "Klimt" pensé que Raoul Ruiz hubiera sido el director ideal para llevar "El lobo estepario" al cine.



CHRISTIAN CORAIL: Esta es mi pequeña Mnemosyne. Es así como se llama este tipo de ejercicio. Hay una sección de Sarajevo aquí.
SOLANGE: ¿Qué hago aquí?
CHRISTIAN CORAIL: Usted conoce el principio creo, es una exposición visual. Existe un número indeterminado de historias que han fascinado a la humanidad desde la noche de los tiempos. Esas historias han sucedido en diferentes épocas y en diferentes lugares.
SOLANGE: Kennedy por ejemplo ¿Qué está haciendo aquí?
CHRISTIAN CORAIL: Es el síndrome de Julio César.