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El tiempo que queda (François Ozon)













Romain es un egocéntrico y exitoso fotógrafo gay (aunque esto último no es algo en lo que se haga hincapié en la película). Cuando le diagnostican un cáncer terminal Romain lo oculta y procede a distanciarse de su familia y a provocar una ruptura con su novio.  Sólo con el tiempo llegara a la aceptar su destino.
Las escenas centrales de la película corresponden a la visita de Romain a su abuela (Jeanne Moureau), la única persona a la que ha decidido revelar su enfermedad. Romain justifica su decisión diciéndola que se lo puede decir a ella porque igual que él, pronto morirá. Destaca la poderosa presencia de Jeanne Moureau. A Melvil Poupaud sólo le había visto anteriormente en “Cuento de verano” y me parece que ha madurado muy bien y resulta convincente en el papel de Romain.
Una de las partes más controvertidas de la película es en la que el protagonista traba conocimiento con una camarera, Jany (Valeria Bruni-Tedeschi) cuyo marido es estéril. Jany pide ayuda a Romain para tener un hijo. Éste aunque reluctante al principio termina por acceder. Algunos han querido ver en esto una trama convencional donde el protagonista homosexual se redime manteniendo relaciones con una mujer y reproduciéndose. El significado que da Ozon a esta parte es que Romain no es un gran artista, un hijo para él es una forma de encontrarle significado a una muerte injusta por lo temprana. Según Melvil Poupaud no se trata de que Romain quiera dejar traza y perpetuarse a sí mismo sino que al final de su viaje hacia la muerte decide formar parte de un ciclo y transmitir vida.
Aunque no amante de la “nouvelle vague” Ozon admira a Chabrol y Rohmer, éste último fue maestro suyo en la escuela de cine. No es casualidad por lo tanto que haya escogido a dos actores rohmerianos como Melvil Poupaud (Cuento de verano) para interpretar a Romain y a Marie Riviere (El rayo verde) para el papel de su madre. Algunas escenas de la película tienen lugar en la playa donde el cambio de  la luz del sol hacia el atardecer y la noche son simbólicos, igual que lo es el fenómeno del rayo verde para Rohmer.
 “El tiempo que queda” me recuerda otra película francesa en la que el tema es muy parecido , “Todos contra Leo” de Christophe Honorè. En ella la enfermedad es el SIDA y se centra más en como vive la situación el hermano pequeño del enfermo que va a morir. Si bien no es la peor de Honorè (para ese puesto yo votaría “Ma mère”), de las películas suyas que he visto todas me han parecido en la medianía excepto “Les Chansons d´amour” que es genial.  Esto creo que se debe a que la mitad del trabajo de “Les Chansons…”  se lo hizo a Honorè Alex Beaupain escribiendo las canciones.
“El tiempo que nos queda” forma parte de la trilogía que François Ozon dedica a la muerte. La que me parece más satisfactoria de las tres es “Bajo la arena” en la que Charlotte Rampling se enfrenta con la desaparición de su marido en la playa. El misterio sobre lo que le ha podido ocurrir es un aliciente más junto con la interpretación de la actriz protagonista. La tercera parte de la trilogía, “El refugio” es la más floja, pero destaca por la belleza de los paisajes veraniegos de playa que abundan en las películas de Ozon. Louis y Mousse están enamorados pero también dominados por la droga. Un día después de inyectarse, Louis muere de sobredosis, Mousse sobrevive y descubre que está embarazada. También aquí aparecen en pequeños papeles Melvil Poupaud (como Louis novio de la protagonista que muere nada más empezar la película) y Marie Riviere.

He intercalado capturas de "Cuento de verano" (4 y 6 del prólogo mudo del comienzo cuando pasea por la playa), creo que guardan cierto paralelismo con las escenas de paseo por la playa de  "El tiempo que queda".
La 9 es de Melvil tocando la guitarra en "Cuento de verano". Y las dos últimas fotos son de "El refugio" con Melvil en el papel de heroinómano tocando la guitarra como en "Cuento de verano".

Cuento de verano - Eric Rohmer


Cuento de verano
En un momento de esta película, Margot le dice a Gaspard que él es de los que van a mejor con los años. Y él comenta que ya le han dicho que se revelará a todos los niveles incluido físico e intelectual a los 30 años. A juzgar por las fotos a Melvil Poupaud sí le han sentado bien los años físicamente. Profesionalmente no he visto mucho suyo aunque parece ser que ha trabajado entre otros con Francois Ozon. Las actrices que completan el reparto de la película son, como es habitual en las películas de Rohmer ,chicas atractivas con mucha personalidad e ideas propias.


Gaspard es un joven estudiante de matemáticas que toca la guitarra y compone en su tiempo libre. Su novia Lena le ha dicho que cuando ella vuelva de España se encontrarán en Dinard, pero no le ha escrito ni llamado por teléfono desde entonces. Mientras la espera, conoce a dos chicas: a Margot una etnóloga que trabaja como camarera en el restaurante de su tía y a Solene, por la que Gaspard se siente atraído sobre todo físicamente, aunque también tienen en común la afición por la música. Margot le anima a salir con Solene, pero luego no puede evitar sentir celos.
Solene está muy segura de su atractivo y no sabe interpretar a Gaspard como Margot. Menosprecia constantemente el poder de Lena sobre Gaspard. A Lena le pasa lo mismo, está tan segura de sí misma que no se le ocurre pensar que Gaspard haya podido estar con otra. Y tampoco le interesa saber qué ha hecho él porque prefiere hablar de sí misma. Margot en cambio es la amiga ideal con la que está a gusto y la que le comprende mejor. Es la única con la que puede ser él mismo. Gaspard comenta que es más fácil ser uno mismo con una amiga que con una novia porque no hay que actuar.
Cuando Gaspard se vuelve a reunir con Lena todo le parece perfecto. La conexión y sintonía fluye entre ellos o eso parece. Ahí radica el poder de Lena sobre él, en que cuando están bien nada puede ser mejor. Pero son oasis entre tormentas porque Lena no está tan interesada en él como él en ella. Como dice Margot la única oportunidad que hubiera tenido con Lena es mostrarse distanciado.
Entre Margot y Gaspard existe química pero ¿puede competir Margot con la obsesión de Gaspard por Lena? ¿Con cuál de las tres chicas se quedará Gaspard?





Como siempre en Rohmer, los detalles dan impresión de realidad. Me gusta la escena en la discoteca porque me recuerda los veranos de aquella época y cómo vestía la gente. Hay detalles más específicos de la sociedad francesa como cuando Gaspard dice que Lena quería preparar el ENA pero ya no le apetece, porque no le gusta ese ambiente. Es útil saber que ENA (l'École nationale d'administration) es la institución educativa más prestigiosa de Francia donde se prepara a la élite que desempeña los puestos políticos y administrativos más altos.
En las novelas o películas vistas desde la perspectiva del protagonista termino por sentirme protectora incluso con el patético narrador de “Memorias del subsuelo” de Dostoievski. Por eso me indigna cuando Lena dice que sus primos piensan que Gaspard no está a su altura. Pero si no sólo ha estudiado matemáticas, sino que además toca la guitarra y compone pienso mientras veo la película.


Me gusta que el azar me provoque: Citas de Cuento de verano

Lena: Es rarísimo que conozca a un chico cuya conversación no consista tan solo en intentar presumir… para pavonearse, como un gallito en un corral.Muy cierto, hay gente cuya técnica de ligue consiste en hablar sin pausa de ellos mismos y de lo maravillosos que son, me pregunto si les funcionará alguna vez. Sin embargo, la propia Lena no es mucho mejor, al contrario, es bastante egocéntrica.

Margot: No hay nadie que no tenga algún interés.
Gaspard: Individualmente, de acuerdo, pero no en grupo.
Me cae muy bien Margot, pero la gente que presume de benevolencia generalizada suele ser un poco hipócrita. La propia Margot más tarde dice de Solene que le parece vulgar. Aún teniendo en cuenta que está influida por los celos, esto demuestra lo humano que es juzgar. Solene a mí no me parece vulgar.

Gaspard: En la vida en general, no intento conquistar a toda costa, ni provocar el azar. En cambio, me gusta que el azar me provoque ¿Entiendes?
Margot: ¿Por ejemplo?
Gaspard: El día en que dijo que estaría el 20 en Dinard, me encontré, por azar digamos, con un amigo que me ofreció su habitación para el verano. Ese tipo de situación me excita. Puede hacer que ocurra algo… o nada. ¿Te parece de locos?
A mí también me gusta que el azar me provoque. No creo en el destino, pero cuando surgen oportunidades que parecen señales del destino me gusta seguirlas quizás porque esto evita tomar decisiones.