Mostrando entradas con la etiqueta El cielo protector. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El cielo protector. Mostrar todas las entradas

El cielo protector







“No se consideraba un turista; él era un viajero. Explicaba que la diferencia residía, en parte, en el tiempo. Mientras el turista se apresura por lo general a regresar a su casa al cabo de algunos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la tierra. Y le hubiera sido difícil decir en cuál de los muchos lugares donde había vivido se había sentido más a sus anchas.”
El cielo protector, Paul Bowles
Para Paul Bowles tomar un avión, no era viajar, sino ir de un sitio a otro en el menor tiempo posible. “Cuando vas de viaje, no debes saber por cuanto tiempo. Yo suelo viajar con mucho equipaje. Recuerdo una vez con Jane, llevábamos 30 maletas y 2 baúles. En un baúl sólo había zapatos de Jane. Su madre le dijo que necesitaba un par para cada vestido. Por supuesto hoy es imposible viajar así. ¿Quién cargaría con todo eso?”.
“El cielo protector” de Bertolucci se basa en la novela homónima de Paul Bowles. Kit y Port un matrimonio de ricos, aburridos y ociosos americanos viajan por Marruecos. Intentan reavivar su relación y en el caso de Port es un viaje de autodescubrimiento que acabará conduciéndoles a la autodestrucción.
Prácticamente toda la película está filmada en localizaciones. El paisaje del desierto aparece en toda con toda su inmensidad y belleza. Si hay una película que puede hacer viajar sin moverse del sillón es ésta para mí. El viaje no sólo es espacial, sino también temporal, Bertolucci recrea con éxito el norte de África tras la Segunda Guerra Mundial. Existen muchas diferencias entre la novela y la película. El destino de Kit es más traumático y su psicología queda mejor explicada en la novela. Me parece muy recomendable leer “El cielo protector” antes de ver la película, porque sino la experiencia cinematográfica puede impresionar por su belleza pero dejar interrogantes.
Destacan los secundarios como Campbell Scott que es Tunner, el amigo de Port y Kit que no duda en seguirlos hasta Marruecos, aunque a mitad de viaje Port se desembaraza de él. Curiosamente, Port que se autodenomina viajero es el que peor destino tiene al final de la película. Tunner que no pretende ser nada más que un turista sale indemne de toda la aventura. La pretensión de Port de entender y fundirse instantáneamente con una cultura milenaria finalmente resulta ser bastante ingenua y pretenciosa.
A lo largo de su viaje Port y Kit tropiezan constantemente con los Lyle, una irritante pareja de madre e hijo. En los comentarios Bertolucci comenta que parecen salidos de Agatha Christie. Es posible que se equivocase y pretendiese decir Alfred Hitchcock (en su filmografía hay varios ejemplos de tortuosas relaciones madre-hijo). En cualquier caso con lo de Agatha Christie llevaría algo de razón. Los Lyle me recuerdan a un negativo de los Allerton de “Muerte en el Nilo” que aparecen en la cuarta captura de pantalla en la serie de televisión Poirot. Timothy Spall que interpreta a Eric Lyle es un actor secundario bastante sólido, de lo último que ha hecho destaca el Winston Churchill de El discurso del rey.
La última captura de cámara es de muy mala calidad pero me parece curiosa porque Liza Minnelli se tumba en el cementerio como Debra Winger en el cementerio berebere de “El cielo protector”. La escena pertenece a la película “El cuco estéril” dirigida por Alan J Pakula en 1969. Es una de las primeras películas de Liza Minnelli e interpreta, muy bien por cierto, a una inadaptada estudiante universitaria. Una vez leí que alguien llamaba a esta película “Love Story para raros” y me parece una definición bastante buena.