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París en el pasado






1 y 2 El Museo del Louvre, Notre Dame y la Ópera Garnier en Arsène Lupin.
3, 4 y 5 La misma Ópera Garnier de noche , el Cafe de la Paix y otra vista nocturna
en Un amor de Swann.

Bonjour Paris






1 y 3 Una cara con ángel
2 Al final de la escapada
4 Un americano en París
5 El rayo verde
6 Todos dicen I Love You

Pájaros de América- Mary McCarthy


Lo que me interesa de las novelas de Mary McCarthy es lo que tienen de híbrido entre ensayo y novela. Además del análisis psicológico, en la narración se entremezclan constantemente ideas y observaciones sociológicas y culturales que enriquecen la lectura. La novela comienza en Estados Unidos donde Peter Levi y su madre Rosamond a la que está muy ligado veranean en una localidad costera. La madre de Peter, una artista de gustos exigentes y refinados mira con sorpresa y resentimiento los cambios que experimenta EEUU. Rosamond percibe un descenso en la calidad de vida con el consumo masificado y el devenir de la comida rápida.
Peter viaja a París para estudiar francés y de paso posponer su alistamiento en el ejército que podría conllevar su envío a Vietnam. Es un admirador de Kant y está decidido a seguir su imperativo categórico, “actúa como si tu máxima pudiera ser considerada ley universal”, es decir, siempre se pregunta cómo sería el mundo si todos se comportaran como él. Esta filosofía llevada a la práctica presenta no pocas complicaciones y Peter se enfrenta a menudo a dilemas morales incluso en temas aparentemente poco importantes como dar o no dar propinas.
Su traslado a París le hace consciente de lo imitativo del comportamiento humano. Las costumbres que piensa son universales resultan no serlo tanto y tiene que vigilar su comportamiento para no molestar. Los militares americanos destinados en bases en Europa no tienen ese problema porque viven en su propia burbuja. Su estilo de vida es completamente americano, representado por el economato militar en el que compran absolutamente todo. Peter acude a la cena de Acción de Gracias en casa de un general americano y se produce una discusión sobre la guerra de Vietnam. No se trata de un tema de actualidad, pero los argumentos que se dan podrían servir también para discutir guerras actuales.


Peter conoce a un italiano, Bonfante, que escribe una columna sobre economía en un periódico. Bonfante no tiene mucho dinero y él y su familia viven de forma bastante sencilla. En las discusiones de los dos se tratan temas ecológicos que creo que serían avanzados para la época. Bonfante tiene muy buena opinión del progreso técnico, pero Peter ve el peligro inherente a estos avances, como los detergentes que contaminan comparados con el jabón tradicional o lo que los fertilizantes químicos hacen a la tierra. Peter también mantiene discusiones con su tutor, el señor Small, con el que confronta sus teorías porque a Peter "Algún hada mala, viendo que tenía la cabeza desocupada, debía de haberle impuesto la horripilante tarea de buscar una solución para todas las aflicciones humanas". Tanto Bonfante como el señor Small tienen una visión optimista del futuro aunque desde ideologías diferentes, comunista y capitalista respectivamente. Es curioso comprobar que las profecías que hacían Bonfante y el Sr. Small en los años 60 se han demostrado erradas por ej. que las maquinas sustituirían a los barrenderos (Bonfante) o que los miserables guettos de las ciudades desaparecerían gracias al capitalismo (Sr. Small), nada de eso ha ocurrido de momento. En la parte final de la novela, Peter y el Sr. Small mantienen una interesante discusión sobre el turismo masificado que Peter aborrece.
Entre los intereses de Peter están la ornitología y el arte. No comparto su interés por los pájaros, pero me resultan interesantes sus observaciones sobre arte. Ambos tenemos preferencia por el gótico. Peter visita la Basílica de St Denis, pero lamenta no haber podido visitar el coro, no por las tumbas de los reyes franceses, sino por el coro gótico original del Abbé Suger. Las fotos las hice yo en París el pasado abril, la segunda está hecha en St. Denis. Me gustó mucho cómo los colores de las vidrieras se reflejaban en el mármol blanco de las tumbas de los reyes franceses.

Ivory en París (II)

Además de “La hija de un soldado nunca llora” Ivory también dirigió otra película situada en París,“Le Divorce” basada en “Divorcio a la francesa” de Diane Johnson. Las protagonistas, dos hermanas americanas son atraídas y repelidas al mismo tiempo por el estilo de vida francés. Atraídas por el refinamiento de la vida cotidiana en materia de comida, ropa y cultura a la vez que repelidas por lo que perciben como cinismo y distanciamiento francés.
La novela se presta más que la película a analizar los malentendidos culturales como los apartamentos algo destartalados en los que se aprecia la patina del tiempo que puede ser interpretadas por los americanos acostumbrados a casas grandes y modernas como indicativo de falta de recursos.
Una cita de la novela:

—Admiro a los franceses por su alegre codicia, por su respeto a las creaciones de la mano del hombre —dijo Ames Everett, que había venido a tomar el té.
—Sí, los franceses aman las cosas más por su belleza o su simbolismo que por su valor —convino Roxy.
—En tanto que los americanos fingen desdén por los objetos materiales, como si no fuera todo un placer coleccionar o poseer —dijo Ames Everett—. Sin embargo, son grandes consumidores. Los franceses son materialistas sin ser consumidores. Eso lo respeto.


Las limitaciones y también el interés de esta película proceden de la novela. Ivory introduce mejoras como darle más entidad a Yves, un personaje que no acaba de cuajar en la novela y que en la película interpreta Romain Duris. También tiene aciertos como el trasladar a la pantalla las diferentes formas de llamar a un pañuelo (chal, écharpe, foulard…) y llevarlo de las mujeres francesas.
Las protagonistas principales son Naomi Watts y Kate Hudson. Muchos de los personajes secundarios son actores conocidos como Leslie Caron, Glenn Close, Stockard Channing y Stephen Fry. También aparecen otros actores más conocidos del público francés como el actor rohmeriano Melvil Poupaud (Cuento de verano) o Thierry Lhermitte, muy adecuado en su papel de maduro hombre de mundo. Lo mejor el intento de retratar el contraste cultural entre las sociedades francesa y americana. Lo más flojo el final, que crea un anti-clímax por su inesperado dramatismo.

Ivory en París (I)


James Ivory es un amante de París y ha situado allí varias de sus películas como “La hija de un soldado nunca llora” y “Le Divorce”. Estas películas aunque por lo general no están muy bien consideradas por la crítica me parecen muy interesantes, especialmente “La hija de un soldado nunca llora” protagonizada por Kris Kristofferson y Leelee Sobieski.
Basada en la novela semi-autobiográfica del mismo título escrita por Kaylie Jones hija de James Jones (autor de la trilogía sobre la Segunda Guerra Mundial que incluye: “De aquí a la eternidad”, “La delgada línea roja” y “Whistle”). Este hecho basto para que me interesara por la película porque “De aquí a la eternidad” es una de mis películas clásicas favoritas.
La película no gira en torno a una trama, sino que se divide en historias independientes que tienen lugar durante la evolución de la niñez a la adolescencia de Channe Willis (Kaylie Jones). Las primeras dos partes se desarrollan en Paris en los años 60-70 y la última en EEUU en los años 70.
La primera parte “Billy” me recordó a la novela "Pájaros de América” de Mary McCarthy porque esta fue amiga de James Jones. Además se muestra la comunidad americana liberal de París de la que también se habla en “Pájaros de América”. Los Willis hacen fiestas con partidas de póquer con otros americanos, pero no parecen mezclarse mucho con la población local. Los padres de Channe hablan un francés no muy bueno a pesar de que estos llevan años viviendo allí. Esta parte se centra en la adopción de Billy, hijo de una madre soltera adolescente, (Virginie Ledoyen que hace una breve aparición). Channe se resiente por la llegada del nuevo hermano que a su vez desconfía (posiblemente por experiencias pasadas) y no cree que se va a quedar con la familia para siempre. Otros pequeños sucesos cobran su importancia al ser contemplados desde la mirada infantil.
En la segunda parte “Francis” se desarrolla la amistad de Channe con Francis Fortescue, un singular personaje algo marginado por su afeminamiento. Francis canta opera, es aficionado a las marionetas y dice de su madre (Jane Birkin), que es existencialista. A destacar la representación de la opera “Salome” con estética de los 70. Channe le aprecia mucho, pero al entrar en la adolescencia se siente a veces avergonzada porque quiere ser aceptada y acudir a fiestas a las que el no es invitado.
La tercera y última parte “Daddy” es sobre la relación más importante para Channe, la que tiene con su padre. Los Willis vuelven a Estados Unidos debido al estado de salud de Bill Willis. Billy y Channe tienen dificultades para adaptarse a su nuevo ambiente, a esto se suma la grave enfermedad del padre. Kaylie Jones dijo que se había dulcificado a sus padres en la película al soslayarse el mal genio de él y la excesiva afición al alcohol de los dos. A pesar de ello, creo que la imagen que me queda de James Jones es positiva. Su relación con sus hijos es abierta y liberal y parece que fue un hombre bastante honesto y decente

Les Rendez-Vous de Paris - Eric Rohmer

Eric Rohmer es uno de mis directores favoritos y como no podía ser menos quería hablar de alguna de sus películas con motivo de su reciente fallecimiento. Pese a que él ya no este entre nosotros, felizmente nos queda su magnifico trabajo y esta no será la última vez que hable de él. Lo último que he visto de Rohmer es el pack “Paris” que consta de tres dvds que reúnen las primeras películas de Rohmer y “Les Rendez-Vous de Paris” de 1995. “El signo del león” (1959), es su primer largometraje y me ha parecido muy interesante, aunque diferente de los que le seguirían. “La carrera de Suzanne” por el contrario parece ya tener el carácter de sus siguientes películas. Algunas de las películas son de carácter documental como “Louis Lumiere” y “Nadja en París”. París tiene una gran presencia en casi todas las películas del pack. Están realizadas en los años 60 y dan una semblanza muy real de la ciudad en aquella época. Es un París muy similar al que aparece en otras películas de la nouvelle vague como “Banda aparte” o “Al final de la escapada” de Godard.
“Les Rendez-Vous de Paris” muestra no sólo un París turístico, sino también calles no conocidas pero con un ambiente muy parisino. Me ha gustado más que las películas de época de los últimos tiempos de Rohmer, pero menos que los cuentos y proverbios. Aunque no la mejor de Rohmer, es una película recomendable para los amantes de Paris y del director. A mí me recordó el viaje que hice a París la primavera pasada. El mercadillo de la primera historia es el típico que se puede ver en las aceras allí. En la segunda historia la pareja protagonista tiene citas en diversas partes de la ciudad, especialmente en parques e incluso en un cementerio, el de St. Vincent, parecido al Pere Lachaise donde yo visite tumbas famosas. Rohmer parece haber rodado sin conceder importancia al viento o la lluvia y eso crea un ambiente muy natural. En la última historia una de las actrices se parece un poco a Laurence De Monaghan de “La rodilla de Claire”. Su personaje, una chica sueca, no congenia mucho con el pintor protagonista, tienen puntos de vista opuestos sobre arte. Es curioso, porque en una película de Woody Allen el personaje masculino hubiera estado encantado como Allen con Diane Keaton en “Manhattan” o Liam Neeson con Judy Davis en “Maridos y mujeres”.