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La tetera



ALICIA.- (Se sienta en el sofá). ¿Y aún me lo pregunta usted, señor cura? Porque ni él ni yo podíamos resistir este ambiente de hipocresía, de murmuraciones, de chismes, de maledicencia… Ni esta casa, en donde le prohíben a uno todo… Porque si he de ser sincera, no he ido a ponerme esta rebeca porque tuviese frío, sino como pretexto para fumar un cigarrillo, escondida en mi cuarto. ¿No es ridículo? Y todo porque a Juan no le gusta que fume… y fumar es maravilloso… Y vivir… Y aquí no se vive…
MARI.-Pues el señor cura nos estaba contando que un día se puso malo y que pidió un té, y que se les había roto la tetera…
ALICIA.- Fue el episodio más ridículo que se ha visto jamás y que ocasionó la muerte de Ricardo. Y todo por conservar las buenas formas, por demostrar una educación pasada de moda…
CARLOS.-Bueno, ¿pero qué es lo que pasó?
ALICIA.- ¿Que qué es lo que pasó? Cuéntelo usted, padre…
LEOCADIO.-No, hija. Es mejor que lo cuente usted…
MARI.-Con tal de que nos lo cuente alguno, si ustedes nos hicieran el favor…
ALICIA.-Fue hace dos meses…
LEOCADIO.-A mediados de abril…
ALICIA.-Un lunes, quince…
CARLOS.-Ya.
ALICIA.-Y, simplemente, ocurrió eso. Que no había una tetera para servir el té al señor cura, que por primera vez venía a nuestra casa y era una visita de cumplido. ¡Figúrense! En una familia acomodada, carecer de un utensilio tan importante como ese… ¿Qué drama, no?...Y eso fue todo.
LEOCADIO.-Bueno, todo no. Hubo más.
ALICIA.-Hubo que mi novio se ofreció a ir a buscar una tetera a su casa, que está enfrente… Sólo cruzar la calle… Y Juan fue a acompañarle para abrirle el portal. Y al bajar de prisa, Ricardo perdió el pie, se cayó y bajó rodando las escaleras, con tan mala fortuna, que el pobre se abrió la cabeza y murió allí mismo.
MARI.-Caray…
ALICIA.-Y yo me quedé sin novio para toda la vida…
CARLOS.- ¡Qué barbaridad!
LEOCADIO.-En efecto, fue un accidente muy desagradable.
ALICIA.-Mucho. (Se levanta). Pero, en fin, ya pasó todo y no hay que recordarlo más… Adiós.

La tetera, Miguel Mihura

Guerra y paz







“Créeme, amigo mío -decía él-, en el mundo hay cuatro tipos de personas: unos no aman ni odian a nadie, esos son los más felices de todos. Otros, que odian a todos, son Kartushi, malvados. Los terceros que aman aquello que tienen ante los ojos y lo demás les es indiferente son tantos que si los cuelgas de las farolas de aquí a Moscú, no va a haber suficientes postes para colgarlos a todos, son todos estúpidos, y luego hay otros como yo. Yo cuando quiero a alguien le quiero de tal modo que daría la vida por él y al resto los aplastaría a todos, si se cruzan en mi camino o en el camino de la gente que quiero. Tengo una madre a la que adoro, inestimable, mis hermanas, dos o tres amigos entre los que te cuento, y al resto los odio a todos, les haría puré para que a mis elegidos les vaya bien.”

Guerra y paz, Lev Tolstoi (edición de 1866)

Chris por la noche


“Las torres que coronan las nubes, los bellos palacios, los solemnes templos. El gran globo mismo. Sí, con todo lo que contiene, se disolverá; este desfile insustancial no dejará ni una huella detrás. Estamos hechos de la misma materia de los sueños y nuestra breve vida cierra su círculo con otro sueño”.

Chris leyendo “La tempestad” de Shakespeare


“Cuando de un distante pasado nada prevalece, cuando los hombres están muertos, las cosas rotas y destruidas aun solas, más persistentes, más leales el olor y sabor de las cosas permanecen suspendidos durante largo tiempo como almas dispuestas a recordarnos, esperando ansiosas el momento, en medio de la ruina y destrucción. Y en la diminuta gota de su esencia casi sin sustancia, llevan resuelta la vasta estructura de la memoria”

Chris leyendo “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust
 

“Había un viento del desierto soplando esa noche. Era uno de aquellos vientos secos y cálidos de Santa Ana que bajan por los pasos de montaña y te alborotan el cabello, hacen tus nervios saltar y tu piel escocer. En noches como esas cada fiesta termina en una pelea. Las mujercitas palpan el filo del cuchillo de trinchar y estudian la nuca de sus maridos. Cualquier cosa puede suceder”.

Chris leyendo “Red Wind” de Raymond Chandler

Citas del propio Chris

Las últimas palabras de Goethe, '¡más luz!'.Desde que salimos del primitivo barro ese ha sido nuestro constante grito: ¡más luz!. Luz del sol, de antorcha, de vela, de neón. Incandescentes luces que erradican la oscuridad de nuestras cavernas, que iluminan nuestras carreteras, los interiores de nuestras neveras. Grandes luces para los juegos nocturnos de los campos de batalla, pequeñas bombillas para esos libros que leemos debajo de las sábanas, cuando deberíamos estar dormidos. La luz es algo más que watios y velas, la luz es una metáfora. Tu palabra, es una lámpara bajo mis pies. ¡Ira!,¡ ira contra la muerte de la luz! Guía la brillante luz a través de la oscuridad circundante, guíame tu para seguir! La noche es oscura y estoy lejos de casa. Guíame tu para seguir... Despierta y brilla, porque tu luz está aquí. Luz es conocimiento, luz es vida, luz es luz.



"Yo, dijo el buey todo blanco y rojo, di mi pesebre para su cama, le di mi paja como almohada para su cabeza, yo, dijo el buey todo blanco y rojo. Y así todas las bestias por algún buen hechizo en el establo oscuro estaban contentas de contar el regalo que le hizo a Inmanuel, el regalo que le hizo a Inmanuel". Es una vieja leyenda que en nochebuena, a medianoche, todos los animales se arrodillan y hablan rezando al recién nacido Jesús. En el invierno del 69, mi padre estaba fuera trabajando y mi madre... no sé donde estaba. El caso es que estaba solo en casa en nochebuena y me quedé levantado para ver si mi perro Budy hablaba. Y lo hizo. No recuerdo sus palabras exactas, pero eso no importa. Lo que importa es que un niño de 7 años experimentó su propia epifanía. ¿Mi opinión? Bueno, que la navidad se revela a cada uno de forma personal, sea secular o sagrada, sea lo que sea, y representa mucho para mucha gente, todos poseemos un poco de ella. Es como el saco de Papa Noel; dentro hay un regalo para cada uno ¿Mi deseo para vosotros esta noche? Que hable vuestro perro. Buenas noches, Cicely, feliz navidad.