El triángulo (I): Brideshead Revisited y La insolación de Carmen Laforet



Hay un tipo de triángulo que me sorprende por la cantidad de veces que veo reproducido en cine y literatura occidentales. El esquema suele corresponder más o menos a
1 Un joven sensible y a veces con aspiraciones artísticas que traba conocimiento con
2 Una fascinante pareja de hermanos, chico y chica, que le abren la puerta a un nuevo mundo. Los hermanos suelen estar muy unidos y el hermano a menudo está abocado a un destino trágico.
3 El joven de la parte 1 casi invariablemente se enamora de la chica y en alguna ocasión siente atracción también por su hermano. El triángulo puede complicarse hasta con cuatro o cinco personas.
La mejor de todas estas historias me parece que es “Brideshead Revisited”.

Versión inglesa. Brideshead Revisited, Evelyn Waugh
Charles Ryder es huérfano de madre y vive con un padre siempre frio y distante. Tiene talento para la pintura pero aún no sabe a que quiere dedicarse. Conoce a  Lord Sebastian Flyte en la Universidad de Oxford y se siente inmediatamente deslumbrado tanto por Sebastian como por Brideshead el castillo de estilo barroco de la familia. Cuando la vida de Sebastian va siendo crecientemente dominada por el alcohol comenzara el alejamiento entre los dos. Después de la guerra comenzara una relación con la hermana de Sebastian, Julia que guarda un gran parecido físico con este.
Existe una versión cinematográfica no muy fiel a la novela de Evelyn Waugh que no he querido ver. Ya he comentado en otra entrada la excelente serie de televisión:


La dedicatoria “yo no soy yo: tú no eres ni él ni ella: ellos no son ellos” según los críticos es la negativa de Waugh a que la novela se basa en la realidad, pero está bastante claro que sí que lo hizo, aunque una realidad embellecida para ser literaria. El enamoramiento de Sebastian aparece bastante claro y también se sugiere que existió una relación sexual cuando se habla de “naughtiness high in the catalogue of grave sins”.
Las evidencias sugieren que Waugh tuvo dos relaciones homosexuales, una con Richard Pares y otra con Alastair Graham, lo que resulta más dudoso es que la tuviera con Hugh Lygon (que murió prematuramente en un accidente de coche) en cuyo entorno familiar se inspiro para crear a la familia de Sebastian Flyte. El padre de Lygon había huido de Inglaterra cuando un enemigo político amenazo con descubrir sus relaciones homosexuales. En la novela el destierro voluntario de Lord Marchmain, padre de Sebastian es para vivir con su amante Cara.
Según confió Waugh a un biógrafo la principal fuente de inspiración para Sebastian fue Alastair Graham. De hecho, en el manuscrito original del “Brideshead Revisited” Waugh tiene lapsus y a veces en lugar de escribir Sebastian escribe Alastair. En su autobiografía “Una educación incompleta” le llama Hamish y dice que fueron inseparables y “amigos del alma”. En una carta escrita por Alastair Graham y firmada 'With love from Alastair, and his poor dead heart' envía a Waugh una foto suya desnudo.
La relación termino poco después de la conversión al catolicismo de Alastair en 1924. Siguieron siendo amigos entre 1925 y 1926 pero tuvieron una tormentosa discusión en un viaje a Francia en el verano del 26 y Alastair se traslado a Atenas para ocupar un puesto diplomático.  A partir de su abandono de Oxford  en 1924 Waugh se enamoró de mujeres cómo Olivia Plunket Greene que no le correspondió.
Waugh visito a Graham allí en el invierno de 1926 a 1927, pero la visita fue un fracaso, a Waugh le disgusto el estilo de vida de Graham y su compañero de piso, un piso “usually full of dreadful Dago youths called by heroic names such as Miltiades and Agamemnon with blue chins and greasy clothes who sleep with the English colony for 25 drachmas a night” (Diaries 275). Sin embargo, Waugh volvería a visitar a Alastair que había sido transferido a El Cairo en 1929 durante su luna de miel con su nueva esposa que por cierto se llamaba Evelyn como él. El matrimonio duró poco y tras el divorcio Waugh cayó en una profunda depresión. Sus amigos homosexuales Harold Acton (se baso en él y en Brian Howard para Anthony Blanche) y Alastair no le mostraron la simpatía que esperaba y esa parece ser la causa de que desaparecieran prácticamente de su vida de aquí en adelante. En septiembre de 1929 Waugh escribió “homosexual people however kind and intelligent simply don’t understand what one feels in this kind of case”. El segundo matrimonio de Waugh fue al parecer bastante más afortunado y tuvo gran número de hijos.
Graham fue obligado a abandonar el servicio diplomático tras un escándalo sexual gay y desde entonces vivió en Gales. Aunque se dice que vivía recluido tuvo un grupo de amigos como el poeta Dylan Thomas que se inspiró en él para crear su personaje Lord Cut-Glass de la obra 'Bajo el bosque lácteo'. Parece que siempre le hacían Lord.

 
Versión española. La insolación, Carmen Laforet
Forma parte de una trilogía proyectada por la autora de la que finalmente sólo se llegaron a completar las dos primeras partes; “La insolación” y “Al volver la esquina”.  No tienen versión cinematográfica que yo sepa.
Martin es un adolescente sensible y dotado para la pintura, huérfano de madre vive con sus abuelos. La novela transcurre durante tres veranos en los que su padre le lleva a pasar el verano con él y su nueva esposa a Beniteca, un pueblo costero del  sur. Está enmarcada en la España de la dictadura y el ambiente en el que se mueve Martin en el pueblo es restrictivo y conservador. Cuando conoce a los hermanos Anita y Carlos queda fascinado por sus personalidades y su estilo de vida tan diferentes del de las personas que le rodean habitualmente.
Anita y Carlos Corsi, viven en la casa del inglés Mr. Pyne -situada al lado de la de Martin- acompañados sólo por una niñera que llama la atención en el pueblo por su forma extravagante de vestir. Son cosmopolitas, recitan a Racine e ignoran las convenciones sociales de la época. También son inmaduros y egoístas con Martin al que consideran una diversión. Anita tiene una fuerte personalidad y a lo largo de los distintos veranos evoluciona e intenta distanciarse de Carlos y Martin para entrar en el mundo adulto. Carlos es guapo, muy apegado a Anita y fuertemente dependiente de ella. A Martín le choca a menudo el comportamiento audaz y anti convencional de Anita.  Él prefiere a Carlos y desearía ser su mejor amigo por lo que le asombra y fastidia la obsesión de él con Anita.
En “Al volver la esquina”, la segunda parte de la trilogía (que a mí me gusta menos que la primera) el personaje de Carlos queda al margen y se centrara más en Martín y su relación con Anita. Me parece más triste y oscura que la primera novela que como su nombre indica es bastante luminosa y veraniega. Con todo y con eso tiene algún personaje interesante de tintes galdosianos.

En la segunda foto a la izquierda Alastair Graham y a la derecha Evelyn Waugh.

Más fotos y citas de la serie en:

http://retorno-a-manderley.blogspot.com.es/search/label/Retorno%20a%20Brideshead

 

El tiempo que queda (François Ozon)













Romain es un egocéntrico y exitoso fotógrafo gay (aunque esto último no es algo en lo que se haga hincapié en la película). Cuando le diagnostican un cáncer terminal Romain lo oculta y procede a distanciarse de su familia y a provocar una ruptura con su novio.  Sólo con el tiempo llegara a la aceptar su destino.
Las escenas centrales de la película corresponden a la visita de Romain a su abuela (Jeanne Moureau), la única persona a la que ha decidido revelar su enfermedad. Romain justifica su decisión diciéndola que se lo puede decir a ella porque igual que él, pronto morirá. Destaca la poderosa presencia de Jeanne Moureau. A Melvil Poupaud sólo le había visto anteriormente en “Cuento de verano” y me parece que ha madurado muy bien y resulta convincente en el papel de Romain.
Una de las partes más controvertidas de la película es en la que el protagonista traba conocimiento con una camarera, Jany (Valeria Bruni-Tedeschi) cuyo marido es estéril. Jany pide ayuda a Romain para tener un hijo. Éste aunque reluctante al principio termina por acceder. Algunos han querido ver en esto una trama convencional donde el protagonista homosexual se redime manteniendo relaciones con una mujer y reproduciéndose. El significado que da Ozon a esta parte es que Romain no es un gran artista, un hijo para él es una forma de encontrarle significado a una muerte injusta por lo temprana. Según Melvil Poupaud no se trata de que Romain quiera dejar traza y perpetuarse a sí mismo sino que al final de su viaje hacia la muerte decide formar parte de un ciclo y transmitir vida.
Aunque no amante de la “nouvelle vague” Ozon admira a Chabrol y Rohmer, éste último fue maestro suyo en la escuela de cine. No es casualidad por lo tanto que haya escogido a dos actores rohmerianos como Melvil Poupaud (Cuento de verano) para interpretar a Romain y a Marie Riviere (El rayo verde) para el papel de su madre. Algunas escenas de la película tienen lugar en la playa donde el cambio de  la luz del sol hacia el atardecer y la noche son simbólicos, igual que lo es el fenómeno del rayo verde para Rohmer.
 “El tiempo que queda” me recuerda otra película francesa en la que el tema es muy parecido , “Todos contra Leo” de Christophe Honorè. En ella la enfermedad es el SIDA y se centra más en como vive la situación el hermano pequeño del enfermo que va a morir. Si bien no es la peor de Honorè (para ese puesto yo votaría “Ma mère”), de las películas suyas que he visto todas me han parecido en la medianía excepto “Les Chansons d´amour” que es genial.  Esto creo que se debe a que la mitad del trabajo de “Les Chansons…”  se lo hizo a Honorè Alex Beaupain escribiendo las canciones.
“El tiempo que nos queda” forma parte de la trilogía que François Ozon dedica a la muerte. La que me parece más satisfactoria de las tres es “Bajo la arena” en la que Charlotte Rampling se enfrenta con la desaparición de su marido en la playa. El misterio sobre lo que le ha podido ocurrir es un aliciente más junto con la interpretación de la actriz protagonista. La tercera parte de la trilogía, “El refugio” es la más floja, pero destaca por la belleza de los paisajes veraniegos de playa que abundan en las películas de Ozon. Louis y Mousse están enamorados pero también dominados por la droga. Un día después de inyectarse, Louis muere de sobredosis, Mousse sobrevive y descubre que está embarazada. También aquí aparecen en pequeños papeles Melvil Poupaud (como Louis novio de la protagonista que muere nada más empezar la película) y Marie Riviere.

He intercalado capturas de "Cuento de verano" (4 y 6 del prólogo mudo del comienzo cuando pasea por la playa), creo que guardan cierto paralelismo con las escenas de paseo por la playa de  "El tiempo que queda".
La 9 es de Melvil tocando la guitarra en "Cuento de verano". Y las dos últimas fotos son de "El refugio" con Melvil en el papel de heroinómano tocando la guitarra como en "Cuento de verano".

Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes



"Cuando un asesinato está en el tiempo paulo-post-futurum-, esto es, cuando no se ha cometido, ni siquiera, de acuerdo con el purismo moderno, se está cometiendo, sino que va a cometerse -y llega a nuestros oídos, hemos de tratarlo moralmente por todos los medios. Supongamos en cambio que ya se ha cometido y que podemos decir de él: “tetelestai”, está terminado o (con el dimantino verso de Medea) “eirgastai”, hecho está, es un fait accompli; supongamos, a continuación, que la pobre víctima ha dejado de sufrir, y que el miserable que le ha dado muerte se ha esfumado y que nadie conoce su paradero; supongamos, finalmente, que hemos hecho cuanto estaba a nuestro alcance al estirar las piernas y correr tras el fugitivo, aunque sin éxito -abii, evasit, excessit, erupit, etc.-llegados a este punto, ¿de qué sirve la virtud? Bastante atención le hemos dedicado ya a la moral; le ha llegado el turno al gusto a las bellas artes.
(...)
No me hable nunca de una determinada obra de arte que esté meditando: me opongo a ello in toto. Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente."

Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes, Thomas De Quincey

"Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes" es un ensayo de Thomas De Quincey, más conocido por sus “Confesiones de un inglés comedor de opio”. Aparecido en 1827 es un ensayo ficticio dirigido a un club de caballeros. Trata de la apreciación estética del asesinato y después de repasar su historia se centra en una serie de crimenes cometidos en 1811 por John Williams. Por cierto, la autoría de Williams es puesta en cuestión por la escritora P.D. James que escribió junto T. A Critchley “La octava víctima” en la que ofrece una explicación alternativa a los asesinatos.

El día de la Reina



El 30 de abril es el Día de la Reina (Koninginnedag) en Holanda. La gente monta tenderetes delante de sus casas y en otros sitios para vender lo que ya no quieren. Los niños venden los juguetes que ya no usan y bebidas o dulces. Los adultos venden todo tipo de cosas; muebles, libros, videos etc. Los últimos años en el Día de la Reina ha hecho un calor verdaderamente veraniego. A ello ayuda el que no se celebre el día del verdadero cumpleaños de la Reina de Holanda que es en marzo, sino el día del de su madre o su abuela, ya no recuerdo. Lo más tradicional es que todo el mundo lleve en su atuendo alguna prenda de color naranja por la casa de Orange.
Ese día Amsterdam está tan abarrotado de gente que apenas se puede andar por sus calles. Esta festividad se puede disfrutar mejor en otras ciudades más pequeñas como Naarden donde se puede pasear tranquilamente viendo los tenderetes y otras actividades. Y luego descansar y tomar una cerveza con las típicas bitterballen. Naarden sufrió un golpe devastador en 1572 cuando la ciudad fue saqueada por las tropas españolas al mando del hijo del duque de Alba y fueron masacrados casi todos sus habitantes. Quedó como una ciudad fantasma hasta que volvió a ser repoblada en el siglo XVII. Con objeto de prevenir la posibilidad de otra masacre, la ciudad fue dotada de las defensas más modernas de su tiempo. Actualmente, cuenta con una de las fortificaciones renacentistas mejor conservadas de Europa. La ciudad se parece a una isla rodeada de un impresionante doble foso y bastiones.
Todas las fotos son mías excepto la primera con la vista aérea de Naarden. La tercera empezando por arriba no es de Naarden sino del puerto de Almere. Sólo lamento no haber hecho alguna foto de algún tenderete con souvenirs relacionados con la familia real.

Jim Prideaux y Jim Roach (Jumbo)

—De todos modos, eres un buen observador. Sí, se nota que lo eres. Nosotros, los solteros, siempre somos buenos observadores. Y es natural, porque no tenemos a nadie en quien confiar, ¿no crees? Sólo tú te has dado cuenta de mi llegada. Me has dado una verdadera sorpresa, cuando he visto que me habías descubierto mientras yo estaba ahí, aparcado en el horizonte. Pensaba que eras un fantasma. Me jugaría cualquier cosa a que Bill Roach es el mejor observador de la escuela. Siempre y cuando lleves las gafas puestas, claro está. ¿Verdad?
Agradecido, Bill Roach se mostró de acuerdo:
—Sí, es verdad.
(…)
Durante las vacaciones de verano, mientras sufría las incomodidades de trasladarse de un hogar a otro, aceptado y rechazado, Bill Roach vivió preocupado, pensando en Jim, pensando si la espalda le dolía o no, y qué hacía para ganarse la vida, ahora que no tenía a nadie a quien enseñar francés, y solamente la paga de medio trimestre para ir tirando. Peor todavía, Bill Roach se preguntaba si Jim estaría en la escuela cuando comenzara el curso, ya que Roach tenía la extraña sensación, una sensación que era incapaz de describir, de que Jim se encontraba tan poco arraigado en la superficie del mundo que cualquier día iba a caer en un vacío. Temía que Jim fuera como él, un ser sin el natural peso de gravedad preciso para tenerse en pie. Recordó las circunstancias de su primer encuentro, y, en particular, las preguntas de Jim referentes a sus amigos, y Roach experimentó tanto terror de que, de la misma manera que había defraudado a sus padres, en el aspecto del afecto, ahora hubiera defraudado a Jim, debido principalmente a la diferencia de edad que mediaba entre ellos. Y, en consecuencia, Roach temía que Jim hubiera seguido su camino, y que ahora estuviera ya en otro lugar, buscando un compañero, examinando, con sus pálidos ojos, a los alumnos de otras escuelas. Roach también imaginaba que Jim, lo mismo que él, había tenido un gran afecto en su vida, un afecto que le había defraudado y que ansiaba sustituir por otro. Pero, aquí, el pensamiento de Bill llegaba a un callejón sin salida, porque no tenía la menor idea del modo en que los adultos se amaban entre sí.
(…)
En aquel trimestre, Jim dio apodo a Roach. Dejó de llamarle Bill, y le llamó «Jumbo». No alegó razón alguna del apodo, y Roach, tal como ocurre en todo bautizo, no se encontró en situación de poner objeciones. En agradecimiento de lo dicho, Roach se atribuyó el cargo de protector de Jim. En el mundo interior de Roach, el cargo se configuraba bajo la forma de protector—regente, un protector que sustituía al desaparecido amigo de Jim, fuera quien fuese.
(…)
Durante el resto del trimestre, Jim se comportó, a juicio de Roach, de un modo muy parecido al que se portaba su madre, cuando su padre estaba ausente. Dedicaba mucho tiempo a cosas sin importancia, como, por ejemplo, disponer las luces del escenario, en vistas a la representación teatral de la escuela, remendar las redes de las porterías de fútbol, y, durante las clases de francés, daba larguísimas explicaciones para corregir pequeños errores. Sin embargo, abandonó totalmente las actividades importantes, como, por ejemplo, sus paseos, y su solitario juego de golf. Y, al anochecer, se recogía temprano, y nunca iba al pueblo. Peor todavía era la vaciedad de su mirada, cuando Jameson le sorprendía con una de sus travesuras, y el modo en que se olvidaba de muchas cosas, durante las clases, incluso de dar los cartones rojos de recompensa al mérito. Roach tenía que recordárselo todas las semanas.
Para ayudarle en aquella situación, Roach se encargó de la tarea de regular las luces. Durante los ensayos, Jim le dirigía una señal, levantaba el brazo y lo dejaba caer al costado, y, entonces, Bill, y nadie más que Bill, bajaba la intensidad de las luces del escenario. Sin embargo, con el paso del tiempo, Jim pareció reaccionar favorablemente al tratamiento, y su mirada se hizo más clara, y volvió a estar atento a todo, mientras la sombra de la muerte de su madre se alejaba. En la noche de la representación teatral, Jim estuvo alegre a más no poder. Aquél fue el momento en que Roach más alegre le había visto, en cuanto podía recordar. Mientras, fatigados y triunfantes, volvían al edificio principal, después de la representación, Jim le gritó:
—¡Eh, Jumbo, tontaina! ¿Adónde vas sin impermeable? ¿No ves que está lloviendo?
Luego, Roach oyó que Jim explicaba a uno de los padres que habían acudido para ver la representación:
—Su verdadero nombre es Bill. Cuando yo llegué, él acababa de llegar. Los dos éramos nuevos, aquí. 
Por fin, Bill Roach había llegado a convencerse de que el revólver no había sido más que un sueño.

FIN 

El topo, John Le Carre

Tinker, Tailor, Soldier, Spy (El topo) como toda buena novela de espías no habla sólo del espionaje; habla de traición, desilusión, desconfianza, soledad, aislamiento, de una cierta tristeza…
La historia se basa en hechos reales y el topo de Le Carre guarda gran parecido con Kim Philby, el espía doble que tan eficazmente engañó a los servicios secretos británicos durante años. Kim Philby no fue el único, junto a él fueron descubiertos a lo largo del tiempo cuatro hombres más, reclutados todos ellos en la Universidad de Cambridge. Un poco más de ellos aquí:

http://esnobismoanglofrancofilo.blogspot.com.es/2009/10/los-apostoles-de-cambridge.html

El agente Smiley sin embargo pudo jubilarse tranquilo porque aparentemente el MI5 no volvió a padecer penetraciones desde entonces.