Triste o buena

Amar sin nadie, vaya cosa triste. Sin nada que abrazar ni Eva que nos abrace. Buscar en la memoria de la piel, la boca, la cintura, la lujuria ganada, las suaves nalgas tibias y sólo hallar respuestas de fantasmas. Los desaparecidos no aparecen, las voces de los árboles se apagan. Quedan escombros de caricias y con pudor nos preguntamos: ¿Por qué decimos tantas veces corazón? ¿Será el único amigo que nos queda? ¿O será el refugio de los que queremos? Amar con alguien, vaya cosa buena.

Mario Benedetti


Mi jardín ya no te espera 
porque ya corte la flor 
y todo lo que me queda 
es cantarte con el alma 
si te regale la voz. 
Seguro de nada sirve mi amor.

Mil días

Fueron tres años y mil días hasta acá. Era tarde todavía, otra noche no te vi y tu foto me gritaba, pero no te oí. No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Cierto es que entonces perseguía la ilusión, compartir toda la vida en la misma dirección, encontrarle una salida a tanta confusión. No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré pasos tristes, ya no más.
No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré. Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré pasos tristes, ya no más. Ya no más, nunca más, ya no más…

- NTVG -


Si no lo borré, fue para no volver.
Como un error que nos marca, como un desliz que nos atormenta, como una herida que jamás cierra. No lo borramos para no volver a caer en lo mismo. De los errores aprendemos y con ellos vivimos el resto de nuestros días. La vida está adelante... los días pueden pasar, los años, y hay cosas que no se borran nunca... pero la vida sigue. 

Amores que matan nunca mueren

¿Algunas vez amaron tanto a alguien que sintieron que sin esa persona se morían? Yo sí. Amé tanto a una persona que el día en que todo terminó, sentí que mi mundo se venía abajo. Sentí que ya nada en esta vida tenía sentido. Porque lo amaba, y nada de lo que me dijeran o nada de la que pasara tenía importancia para mí. Era él o era él. No había otra opción.

Hasta llegué a pensar en matarme. Llegué a creer que la única solución a todo era la muerte. Creía que muerta iba a poder acompañarlo, estar con él, cuidarlo desde lejos... ya que no podía estar cerca. Lloraba todo el tiempo, comía muy poco, me pasaba el día durmiendo... estaba sumamente deprimida. Sólo quería que el tiempo pasara rápido, quería acabar con todo, quería morir. Realmente tenía ganas de morir, de irme de este mundo para siempre. Más que el corazón, me dolía el almaLlegó un día en que me dije a mi misma: La muerte es para cobardes, y vos no lo sos, sos inteligente, mirá para adelante. 

Y así lo hice.

No pasa un solo día de mi vida en que no me acuerde de él. Ya no me duele pensar en todo lo que pasamos, más bien lo recuerdo como el gran amor de mi vida, y espero que sea feliz.

Es de esos amores que te hieren tanto que llegan a matarte... te matan a vos como persona, te matan en el alma, no físicamente.  Te matan a vos pero a pesar de todo, ese amor que nosotros le tenemos, no muere. No sé por qué, nadie jamás lo podrá saber. Amores que matan, realmente nunca jamás mueren. Es tan poderoso, tan intenso, tan pasional el amor que sentimos por la otra persona, que por más que nos maten, ese amor va a seguir viviendo a través de los años. Puede pasar lo que sea, hasta puede que no te vuelvas a cruzar nunca más con él/ella... pero esa persona fue tan importante en tu vida o dejó una huella tan grande, que por más que pase el tiempo, va a seguir viviendo en tu corazón. Aunque hayamos sentido que nos mataba cuando nos dejó... ese momento en que sentimos que el corazón se detenía, que las cosas iban muy lentas y que todo alrededor iba a prisa... no podés no amarlo/a.

Si a alguien le pasó esto, significa que esa otra persona va a prevalecer en nuestra mente y nuestro corazón por el resto de nuestras vidas. Creo que el amor se guarda en algún lugar secreto del corazón, y solo nosotros sabemos como sentimos, solo nosotros sabemos cuanto nos duele, como los recordamos... 

Yo creo que cuando se ama a alguien de verdad, jamás se olvida. Pase lo que pase.

Si tenés suerte y todavía conservás a tu lado a esa persona, cuidala. Y si ya se fue, no te preocupes, otra vendrá... quizás no la ames tanto como amaste a ese gran amor, pero no te cierres, ábrete al mundo. Amores que matan nunca mueren, pero nosotros no tenemos porque acobardarnos... Confío en las segundas oportunidades, confío en el destino, y en que todo pasa por algo. La vida nos va a traer otras chances, no las desperdiciemos por pensar en alguien que es parte del pasado. 


Agus: Te extraño todos los días de mi vida, pero lo mismo soy feliz. Yo no puedo cuidarte más, pero sé que Dios lo hace, sé que él te cuida, yo se lo pido todos los días de mi vida. Acá en mi corazón vas a vivir por siempre... Te amé y siempre voy a amarte mucho. Pero como te dije un día, sólo quiero verte feliz. La vida sigue, y nosotros no podemos quedarnos en el pasado.

Y que sea lo que sea

Creo que llega un momento en nuestras vidas en que estamos tan hartos de ir y venir, de probar cosas nuevas, de esperar tanto de personas que no valen la pena, de creer que todo va a estar bien... que nos cansamos, y a partir de ese momento confiamos nuestra suerte al destino, y lo que tenga que ser que sea. 

Todo lo que empezamos a hacer lo hacemos sin pensar, como un impulso nacido del corazón, sin razones, sin lógica, sin un respaldo coherente. Lo hacemos porque nos nace y punto. Como el amor. Y me gusta, me encanta haber llegado a este punto, porque en cierta manera llegar a este punto es sentirse enamorado de la vida. Enamorado de uno mismo, enamorado de lo que realmente somos en esencia... 

Y nos empezamos a querer un poquito más, y aprendemos a valorarnos y estar orgullosos de esto que somos. Y dan ganas de abrazar a todo el mundo, de abrazar a la vida, de hacer muchas cosas, pero sin una razón específica, solo hacerlas. Sentimos que queremos hacer tantas cosas que llegamos a preguntarnos si realmente vamos a poder hacer todo, si vamos a tener tiempo. Y si, vamos a tener tiempo, vamos a poder hacer las cosas que queremos y más, mucho más. Querer es poder

Un año atrás agonizaba. Pensaba que me moría en cualquier momento, deshidratada de tanto llorar y sufrir por amor... No me arrepiento de nada de lo que hice. Creo que aprendí mucho de mis errores, y no voy a volver a cometerlos. Tampoco me lamento ese tiempo perdido en el que estuve mal por alguien. No, no me arrepiento ni me lamento, es parte de mi vida, es parte de mi historia... Además, cada persona siente de manera diferente, y mi "duelo de amor" duró mucho porque sentí que tenía que ser así, nadie podía ayudarme, sólo yo podía salir adelante. Tardé, pero acá estoy, más fuerte que nunca, dispuesta a mucho; y recién hoy, lunes 4 de marzo del 2013 puedo decir que no tengo miedo a nada.

" (...) Después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado."

Estar mal, no es malo. Estar mal quiere decir que nos pasó algo que nos afectó, que nos dolió, que nos lastimó. Estar mal no significa ser débil. Estar mal es saber que sentimos, que somos humanos, que podemos caer en cualquier momento... que somos frágiles, que no somos mejor que nadie y que a veces por más que intentemos las cosas no salen siempre como queremos. Y no importa cuantas veces nos caigamos, importa que después de todas esas veces nos volvamos a levantar, y que cuando lo hagamos nos sintamos más fuertes. Cuando eso pase, cuando estemos de pie nuevamente, vamos a ver las cosas desde otro punto de vista. La mente se va a aclarar, y vamos a volver a sonreír. Y vamos a llegar a un punto, este punto en el que estoy ahora, en el que vamos a empezar a caminar, sin saber a donde ni por qué, vamos a caminar. Y que sea lo que sea, sé que todo lo viene es mejor que lo que pasó.

Juguemos a enamorarnos de la vida, que realmente vale la pena.


Ya estoy en la mitad de esta carretera, tantas encrucijadas quedan detrás... Ya está en el aire girando mi moneda, y que sea lo que sea.

Todos los altibajos de la marea, todos los sarampiones que ya pasé... Yo llevo tu sonrisa como bandera, y que sea lo que sea.

Lo que tenga que ser, que sea, y lo que no por algo será. No creo en la eternidad de las peleas ni en las recetas de la felicidad.

Cuando pasen recibo mis primaveras, y la suerte este echada a descansar, yo miraré tu foto en mi billetera y que sea lo que sea.

Y el que quiera creer que crea, y el que no, su razón tendrá. Yo suelto mi canción en la ventolera y que la escuche quien la quiera escuchar.

Ya está en el aire girando mi moneda. 

Y que sea lo que sea.

- Jorge Drexler -

La tetera



ALICIA.- (Se sienta en el sofá). ¿Y aún me lo pregunta usted, señor cura? Porque ni él ni yo podíamos resistir este ambiente de hipocresía, de murmuraciones, de chismes, de maledicencia… Ni esta casa, en donde le prohíben a uno todo… Porque si he de ser sincera, no he ido a ponerme esta rebeca porque tuviese frío, sino como pretexto para fumar un cigarrillo, escondida en mi cuarto. ¿No es ridículo? Y todo porque a Juan no le gusta que fume… y fumar es maravilloso… Y vivir… Y aquí no se vive…
MARI.-Pues el señor cura nos estaba contando que un día se puso malo y que pidió un té, y que se les había roto la tetera…
ALICIA.- Fue el episodio más ridículo que se ha visto jamás y que ocasionó la muerte de Ricardo. Y todo por conservar las buenas formas, por demostrar una educación pasada de moda…
CARLOS.-Bueno, ¿pero qué es lo que pasó?
ALICIA.- ¿Que qué es lo que pasó? Cuéntelo usted, padre…
LEOCADIO.-No, hija. Es mejor que lo cuente usted…
MARI.-Con tal de que nos lo cuente alguno, si ustedes nos hicieran el favor…
ALICIA.-Fue hace dos meses…
LEOCADIO.-A mediados de abril…
ALICIA.-Un lunes, quince…
CARLOS.-Ya.
ALICIA.-Y, simplemente, ocurrió eso. Que no había una tetera para servir el té al señor cura, que por primera vez venía a nuestra casa y era una visita de cumplido. ¡Figúrense! En una familia acomodada, carecer de un utensilio tan importante como ese… ¿Qué drama, no?...Y eso fue todo.
LEOCADIO.-Bueno, todo no. Hubo más.
ALICIA.-Hubo que mi novio se ofreció a ir a buscar una tetera a su casa, que está enfrente… Sólo cruzar la calle… Y Juan fue a acompañarle para abrirle el portal. Y al bajar de prisa, Ricardo perdió el pie, se cayó y bajó rodando las escaleras, con tan mala fortuna, que el pobre se abrió la cabeza y murió allí mismo.
MARI.-Caray…
ALICIA.-Y yo me quedé sin novio para toda la vida…
CARLOS.- ¡Qué barbaridad!
LEOCADIO.-En efecto, fue un accidente muy desagradable.
ALICIA.-Mucho. (Se levanta). Pero, en fin, ya pasó todo y no hay que recordarlo más… Adiós.

La tetera, Miguel Mihura