Rara, como nunca antes me sentí.
No tengo palabras para describir como estoy.
No tengo palabras para describir quién soy en este momento.
Pero me siento rara en el buen sentido.
No me duele.
¿Por qué realmente no me pasa nada?
No tengo ganas de llorar.
No tengo ganas de gritar.
No tengo ganas de ponerme mal.
Tengo ganas de seguir adelante.
Tengo ganas de amar.
Me siento libre.
Es como si todo este tiempo me hubiera estado preparando para esto.
Fue como un sufrimiento prolongado.
Pero me siento liberada, me siento bien.
Después de tantas lágrimas...
Lo amo, no voy a negarlo.
Lo voy a amar toda la vida.
Pero me cambió por otra.
Ya está, él le puso punto final a esto.
Le puso punto final y se acabó.
No le importo más.
¿Para qué seguir luchando?
Ya no tiene sentido.
Es el amor de mi vida, pero no mi vida en sí.
Tengo que seguir, cueste lo que cueste.
Y me siento rara.
Y siento que sin embargo, a pesar de todo, no lo perdí.
Y siento que sin embargo, sin importar nada, yo voy a estar acá para él.
El amor nunca muere, sé que puede amarse para siempre.
Para siempre es para siempre.