“Los libros que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras. Por ejemplo, Servidumbre humana de Somerset Maugham… Pero nunca se me ocurriría llamar a Somerset Maugham por teléfono. No sé, no me apetecería hablar con él. Preferiría llamar a Thomas Hardy. Esa protagonista suya, Eustacia Vye, me encanta.”El guardián entre el centeno. J. D SalingerCon
Eric Rohmer posiblemente me hubiera gustado tener una conversación telefónica, o mejor quizás escribirle. Por lo poco que sé del recientemente fallecido
Salinger se me antoja un hombre más bien maniático y difícil. Sería mejor dejarle en paz en la soledad que había elegido y no llamarle por teléfono. Tampoco hace falta, con sus libros hay temas de sobra para la meditación.
En
“El guardián entre el centeno” hay partes que me gustaron mucho como la relación de
Holden con su hermana
Phoebe. Pese a todo Holden siempre me pareció un poco irritante por su falta de comprensión de los fallos humanos. Me resultaba pesado quejándose todo el tiempo de todo y de todos. Por eso mi novela corta preferida de Salinger es
“Franny y Zooey”. Franny, la protagonista es incapaz de aceptar los defectos de los demás como Holden, pero el final es positivo.
Los protagonistas son miembros de la
familia Glass que aparecen en otros cuentos de Salinger. Los padres son antiguos actores de vaudeville y sus hijos, los siete hermanos Glass fueron niños prodigio y participaron sucesivamente durante años en un programa de televisión llamado
“Es un niño sabio”. Franny Glass es una universitaria de 20 años que tras una crisis nerviosa se refugia en su casa donde gracias a su hermano
Zooey se enfrenta a sus problemas. Franny esta disgustada por la conformidad, la falsedad y el ego. La conclusión viene a ser que no hay porque odiar a la gente aunque este llena de ego porque todos somos humanos al fin y al cabo. Pero entre medias se tratan muchos otros temas interesantes como:
ReligiónSalinger profundizó en sus estudios sobre el Budismo y otras religiones. En Franny y Zooey muestra las similitudes entre la religión judeo cristiana y las religiones orientales.
ConformidadLa gente se preocupa por lo que los demás puedan pensar sobre ellos y ansían aceptación. No sólo los burgueses, los bohemios que se creen diferentes también intentan hacer lo correcto para no parecer vulgares como leer a Flaubert.
“Quiero decir que si fuera una chica, alguien de mi dormitorio, por ejemplo, habría estado pintando decorados en una compañía de repertorio todo el verano. O habría recorrido Gales en bici. O habría cogido un apartamento en Nueva York y habría trabajado para una revista o una agencia de publicidad. Es todo el mundo, quiero decir. Todo lo que hace la gente es tan…, no sé…, no es malo, ni siquiera mezquino, tampoco estúpido necesariamente. Simplemente tan minúsculo e insignificante, y deprimente. Y lo peor es que si te vuelves bohemio o algo así de loco, sigues siendo tan conformista como los demás, sólo que de un modo diferente.”Conocimiento y sabiduríaFranny echa de menos la búsqueda de la belleza y la sabiduría en la universidad. Los poetas que dan clase en su facultad no crean belleza en su opinión. También piensa que la acumulación del conocimiento no es mejor que la acumulación de riquezas. No sirve para nada si no conduce a la sabiduría.
Egocentrismo y creatividadFranny odia el ego y desea encontrar "el valor de no ser absolutamente nadie". Zooey opina que algunos egos son buenos puesto que hacen la creatividad posible.
Como Wes Anderson ha reconocido “The Royal Tenenbaums” tiene muchas conexiones con “Franny y Zooey” como esta escena del baño que aparece en la imagen.