Wonder Boys (I) (Chicos prodigiosos)


Esta novela de Michael Chabon esta basada en parte en su propio bloqueo creativo tras terminar su primera novela y en parte en un antiguo profesor suyo, Chuck Kinder que era una leyenda en la Universidad de Pittsburgh por llevar años escribiendo una novela que ya llevaba 3000 páginas.
Grady Tripp es un obeso profesor de universidad adicto a los porros, adúltero impenitente y patológicamente incapaz de terminar su novela”Chicos prodigiosos”. Grady resulta simpático por su bonhomía y su preocupación por su alumno más prometedor, James Leer. A lo largo de un fin de semana Grady atravesará una la crisis existencial al ser abandonado por su esposa y recibir al noticia de que ha dejado embarazada a su amante, la rectora de la Universidad. Para empeorar las cosas Grady provoca la muerte de un perro, una boa y se ve envuelto en la desaparición de una chaqueta que perteneció a Marilyn Monroe.
Los “wonder boys” a los que hace mención el título son tres. Grady ve reflejados en su alumno James Leer a Terry Crabtree, su editor y a él mismo cuando eran jovenes. Grady conoció a Crabtree en la universidad y se hicieron amigos tras descubrir la admiración de ambos por un oscuro escritor de cuentos de terror del estilo de H.P. Lovecraft, August Van Zorn. Por aquel entonces Crabtree soñaba con ser editor y Grady quería convertirse en el nuevo Faulkner. James Leer es arisco y solitario como Crabtree en su juventud y aspirante a escritor como era Grady. James comete pequeños robos y miente compulsivamente sobre su vida familiar. No es el único joven inmaduro de la novela, Crabtree y Grady roban una tuba de la cinta de equipajes del aeropuerto y se comportan como dos adolescentes provocando el caos allá donde van.
Habiendo leído la novela años atrás lo que mejor recordaba antes de releerla era la parte en que Grady lleva a James a celebrar la pascua judía en casa de sus suegros. Esta parte es considerada por muchos innecesaria y entorpecedora de la narrativa y no es sorpendente que en la película se haya eliminado completamente. Sin embargo, yo tenía en la memoria a James leyendo seriamente su parte del rito. Recordaba también la sorpresa de Grady al encontrarse con una fotografía en el salón de la casa de James, la misma foto que tiene su mujer colgada en casa. En la foto aparecían nueve hombres de aspecto serio con una pancarta donde se leía “Club Sionista de Pittsburgh" formando un arco sobre una estrella de David y unos caracteres hebreos. Grady sabe que el hombre del centro del grupo era Isidore Warshaw, el abuelo de su mujer. El tipo alto y delgado de la esquina de la fotografía es posiblemente el abuelo o bisabuelo de James. Posteriormente Grady le pregunta a James si es judío. James dice que sí pero que sus abuelos abjuraron. Cuenta que una vez en un restaurante pidió cream soda y se pusieron a chillarle, diciendo que era demasiado judío. “Al parecer, tomar un cream soda es lo único que he hecho que puede considerarse propio de un judío” comenta. Grady le pregunta si el seder de los Warshaw le hizo sentirse judío. James contesta que fue interesante y que fueron muy amables, pero que le hizo sentir que no era nada. Hubiera resultado interesante conocer los pensamientos de James en el caso de ser él el que viera la foto en casa de Grady.
Resulta increíble que en una sola ciudad se hayan reunido tantos personajes llenos de color y excentricidad. El problema de la novela sería la acumulación de personajes secundarios interesantes y subtramas. Me gustaría conocer mejor a Terry Crabtree, James Leer, Hannah Green... que se nos ofrecen desde la limitada y emporrada observación de Grady. La lectura del libro enriquece para mí el visionado de la película. El conocer mejor los pensamientos y los sentimientos de los personajes a través de la novela hace observar con atención miradas y gestos de los actores que de otra forma podrían pasar inadvertidos.