LAS DINAMICAS DEL COMITÉ DE DIRECCIÓN

Una vez por semestre sustituimos un Comité de Dirección por una herramienta que llamamos "Las dinámicas del CD".
Diez días antes de la fecha de la reunión, envío un mail al Equipo Directivo solicitando que comenten qué tema van a tratar en las Dinámicas del CD. Cada directivo debe enviar el tema al equipo, y la documentación necesaria para que el equipo vaya preparado. 
El día de la reunión, el directivo tiene que encargarse de coordinar una dinámica con el equipo directivo sobre el tema que le preocupa, y cerrar en un plan de acción con responsables y fecha.
Esta herramienta nos permite trabajar temas que nos preocupan, pero para los cuales no tenemos tiempo, ya que se salen del día a día.
Comenzamos a las 9h00 y terminamos a las 13h30.

El mismo día de la dinamica, hacemos el "I love you but...you can improve", que lo explicaré la semana que viene.

EQUIPO DIRECTIVO

Una empresa funciona mejor o peor en función del Equipo Directivo que tenga, dado que éste, es el responsable de marcar el camino, y de tomar las decisiones más importantes en la empresa.

0.DEFINICIÓN
Voy a definir de una manera muy basta lo que es para mi un Equipo Directivo:
1. Que me vaya y no pase nada (de viaje, de vacaciones, a otra empresa...).
2. Que cada uno decida en su tema.
3. Que cada uno aporte en las decisiones de equipo.

1. SELECCIÓN
Hay que tener a los mejores que se pueda permitir tu empresa. No te puedes equivocar en la elección, y si lo haces, rectifica. Procura siempre coger gente que sea mejor que tu, el mejor posible en su disciplina. Procura siempre contratar gente diferente, enriquecerá al equipo, y le dará diferentes perspectivas para analizar las cosas.

2. FORMACIÓN DEL EQUIPO
Un Equipo Directivo, no se termina de formar nunca. Hay que trabajarlo día a día, y hay que hacer que tanto las personas que lo integran como el propio equipo crezcan constantemente. No olvidemos que el crecimiento de cada uno, es el crecimiento de la empresa.
Hay que trabajar al equipo de forma conjunta (Comité de Dirección), pero también de forma individual (Desarrollo Directivo).
Muy mal Gerente seré si no soy capaz de hacer crecer a la gente que me rodea (para mi es una de mis principales funciones). Triste sería que alguien de mi equipo se fuera, y lo hiciera igual que cuando vino, sin haberse desarrollado. Muy mal habría realizado entonces yo mi trabajo.

3. AUTONOMÍA
Un Director General debe dar autonomía a su equipo por dos motivos; el primero, es porque contribuye al desarrollo individual de cada Directivo, y el segundo, es porque la autonomía de tus directivos, es tu autonomía. Y con ello,  el poder dedicar tiempo a realizar tu trabajo (que es lo que tienes que hacer).
He vivido etapas en las que he tenido que decidir sobre todo, calidad, compras, producción, comercial... ésta no es la función del Director General. El Director General tendrá que decidir sobre aspectos extraordinarios sobre calidad, producción, finanzas, compras... pero, no puede dedicar tiempo a decidir si una pieza es buena o es mala, negociar un precio de compra...
Desde hace mucho tiempo, tengo un equipo muy bueno, con lo que yo me dedico a hacer mi trabajo, no el de otros.

4. CONTINUIDAD
Cuando menos te lo esperes, y por cualquier motivo, alguien puede dejar el equipo, con lo que volveremos a tener un nuevo periodo de adaptación. Cuanto más cohesionado esté el equipo, más fácil la adaptación del nuevo. Un Equipo Directivo está siempre en desarrollo, la creación de un Equipo Directivo no termina nunca.




CUESTIÓN DE VELOCIDAD

Desde después de la crisis, lo que hay ahora ya no es crisis, es una nueva situación de mercado, de entender el negocio, todo va más rápido. Como decía alguien; no es una época de cambio, es un cambio de época.
Todo va muy deprisa, vivimos conectados con el smartphone, la tablet, o lo nuevo que se inventará en breve. Salimos de trabajar, y hasta irnos a la cama hemos chequeado el correo varias veces. Mandas un mail un sábado o un domingo, y hay gente que te contesta.
¿Es este el precio de la competitividad?
La semana pasada comí con varios Directores Generales de Navarra, una de las personas se refirió a la comunicación síncrona y la asíncrona. Entendiendo como comunicación síncrona aquella que tiene una respuesta inmediata, y asíncrona cuando la respuesta tiene una dilación en el tiempo. Así pues, la síncrona seria el chat, y la asíncrona debería ser el mail. Comentábamos, no obstante, que la comunicación asíncrona se esta volviendo síncrona. Ya que cada vez hay más gente que responde a los mails nada más recibirlos, y gente que se mosquea si no se le contesta de forma inmediata.
¿Hacia donde vamos? ¿Pollos sin cabeza?


VENDER EL EFECTO, NO EL PRODUCTO

No vendemos productos, vendemos funcionalidad. Hay que encaminar el mensaje de marketing hacia la venta del efecto que produce tu pieza o servicio para el cliente, no en la pieza o el servicio en si.

Una agencia de viajes (si queda alguna) no vende/vendía la espera en el aeropuerto, la recogida de la maleta, el traslado, el billete en si... vende las maravillosas playas en un hotel de encanto. No te vende lo que ellos hacen, sino que se centran en explicarte lo maravilloso que va a ser tu viaje, el efecto. Crean expectativa vendiéndote el efecto.

Este aspecto lo he leído alguna vez, y el ejemplo que ponían era el de la venta de fertilizantes para plantas. El vendedor no se debe centrar en vender la composición del abono, sino en centrar el mensaje en plantas y flores bonitas producidas por su fertilizante.

Sin embargo, todos tendemos a explicar mucho acerca de las cualidades de nuestro producto (es lo que conocemos, nos sentimos expertos, y además a gusto), cuando el cliente lo que verdaderamente necesita saber es el efecto que tu producto le va a producir a él o a su producto. 

Por ello, es fundamental centrarse en las necesidades del cliente, y para ello, es imprescindible conocer a fondo al cliente (qué hace con tu producto, dónde lo monta, cual es la función de tu producto en el de tu cliente, que función tiene lo que fabrica el cliente...y un largo etcétera).


LA DIFERENCIA ESTÁ EN LOS DETALLES

El detalle merece una observación constante, y una profunda orientación hacia las personas. Hay que ser consciente para poder apreciar el detalle, y solamente puedes tener detalles cuando estás pensado en el otro. Cada persona tiene una percepción diferente de la realidad, con lo que hay que conocer al otro para poder gestionar el detalle.
Hace bastantes años, me llegó que la gente de planta del turno de tarde se quejaba por que las personas de oficina cuando bajaban a planta no saludaban. Después de pensar un poco, llegué a la conclusión de porqué podía ser, y tras preguntar a algunas personas, estaba en lo cierto. 
Algunas personas de oficina no eran conscientes de los cambios de turno, habían bajado por la mañana, y habían saludado a su paso. Pero, por la tarde, al volver a bajar, no saludaban. Lo hablamos y se solucionó.
Hace también algunos años, tuvimos que pedir a la gente de producción trabajar un 1 de mayo. Necesitabamos 4 personas, y nos costó mucho que 4 pudiesen/quisiesen venir. Ese día, compré cruasanes para todos, y me presenté en Hidro Rubber a las 9h00. Estoy convencido que todavía lo recuerdan. No sé si fue esa misma vez (creo que sí) que además de pagar lo que habíamos acordado, a la semana, bajé a planta a dar las gracias a cada una de las 4 personas junto con un vale para cenar para 2 personas en el restaurante Zalain de Bera.
Preguntar a un empleado cómo está un familiar suyo que está enfermo, o cómo está su hijo recién nacido, es una cuestión de detalle, y de consideración y preocupación por la otra persona.

Son los detalles lo que muchas veces hacen que una persona continúe en una organización o desee dejarla. La suma de detalles normalmente conectan con los valores del individuo, y en ocasiones con los de la organización.
La buena gestión es una continuada sucesión de detalles.