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Leyendo (2)









La primera parte está aquí:

Leyendo 1

The Young Lions de Irwin Shaw en Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses)
David Copperfield de Charles Dickens en “Fahrenheit 451”
Beyond the High Himalayas de William O. Douglas en “Rear Window” (La ventana indiscreta)
Aunque claramente prefiere “Harper´s Bazaar”
La Sra. Dalloway de Virginia Woolf en “Las horas”
El extranjero de Albert Camus en “An Education”
La metamorfosis de Franz Kafka en “Un hombre soltero”
Desayuno en Tiffany's de Truman Capote en la misma película

Libros ficticios en películas









1 “The Agreeble Age” de autor desconocido, (más que  probablemente una invención de Hitchcock) que lee Eva Marie Saint en “Con la muerte en los talones” (North by Northwest).

2 y 3 En “Misery” la serie de novelas que escribe Paul Sheldon aparecen en varios momentos. El tipo de cubierta da bastantes pistas sobre el tipo de literatura de que se trata.

4 “Family of Geniuses” de Etheline Tenenbaum. En “Los Tenenbaums. Una familia de genios” (The Royal Tenenbaums).

Del 5 al 8 “Sonata para un buen hombre” de Georg Dreyman que aparece en “La vida de los otros”. Junto con el "nadie es perfecto" de "Con faldas y a lo loco" (Some Like It Hot) me parece uno de los mejores finales de película.

Hay otros libros que se mencionan en películas pero cuya portada no aparece. En “Wonder Boys” se menciona “Hija de pirómano” el libro de Grady Tripp que se convirtió en un éxito tal que desde entonces sufre un bloqueo.  En las películas de Woody Allen a menudo el protagonista es un escritor y ha escrito o está escribiendo un libro, por ej. sobre Manhattan.

La soga - Alfred Hitchcock


Aunque no está considerada una de las mejores películas del director, La soga es uno de mis Hitchcock favoritos. Basada en la obra teatral de Patrick Hamilton está inspirada en un crimen real, el caso de dos estudiantes de universidad Leopold y Loeb que mataron en 1924 a un chico de 14 años sin más móvil que saber si podían llevar adelante un crimen perfecto. Mientras que la obra de teatro original se escribió en 1938, la película fue realizada después de la Segunda Guerra Mundial y fue adaptada por Arthur Laurents y Hume Cronyn. Hitchcock quiso ser fiel a su origen teatral y mantuvo las tres unidades dramáticas clásicas: tiempo lugar y acción. También experimentó realizándola sin cortes haciendo coincidir el tiempo en ficción con el real.
Uno de los aspectos más comentados de la película es la inclusión de personajes homosexuales, algo audaz para la época. Probablemente la primera vez que la vi no me habría dado cuenta de no haberlo sabido de antemano. Podría estar más claro en el caso de Brandon y Philip por las miradas y sutiles insinuaciones del guión. Rupert Cadell al parecer es el único que exhibe amaneramiento en la obra de teatro, pero el personaje fue cambiado sustancialmente para que lo interpretara James Stewart.
En un principio se pensó en Cary Grant para el papel de Rupert y en Montgomery Clift para Brandon o Philip. La elección de Stewart fue sorprendente ya que se le conocía por sus interpretaciones de americano medio, integro y honesto en las antípodas del misántropo intelectual Rupert Cadell. Resulta interesante pensar que hubieran hecho con el papel actores como James Mason, Ray Milland o George Sanders. James Stewart consigue ser convincente en su monólogo final y no tan convincente cuando esgrime máximas filosóficas misantrópicas. Finalmente se eligió a Farley Granger y a John Dall para interpretar a Philip y a Brandon. Éste último me parece que realiza una excelente interpretación. Antes y después de La soga se dedicaría al teatro y eso se nota, pero al ser la película también una obra de teatro éste tipo de actuación da energía al personaje y eleva la película.




Philip Morgan y Brandon Shaw cometen un crimen porque no se creen restringidos por la misma moral que el resto de los mortales y quieren saber lo que se siente. Eligen como víctima a David, un antiguo compañero de colegio. Para coronar su obra celebran una fiesta a la que están invitados los padres y a la prometida de David.
Al hacernos presenciar el asesinato al comienzo la única pregunta que queda por resolver es si los invitados descubrirán el cadáver. La sangre está ausente, pero quedan la audacia del macabro festín en torno al cadáver y escenas llenas de detalles brillantemente realizados. Uno de mis favoritos es cuando la puerta se balancea dejando ver a Brandon que guarda la cuerda en el cajón de la cocina.
El espectador se siente culpable por apreciar los momentos de humor negro (por ej. el detalle de regalar al padre de la víctima unas primeras ediciones atadas con el instrumento del crimen) mezclada por la anticipación de la pena que sentirá el ahora preocupado padre de David (eficaz Cedric Hardwicke) y la ausente madre por la pérdida de su único hijo.
Durante la película se muestran las diferentes actitudes de Brandon y la de Phillip ante el mismo hecho. Brandon está excitado por el crimen hasta que aparece Rupert en escena y los nervios comienzan a aflorar en él también. Ese nerviosismo en alguien normalmente tan desenvuelto y lleno de aplomo como Brandon es un claro indicador para Rupert de que algo grave tiene que haber sucedido. Philip por su parte se siente en seguida dominado por la culpa. Resulta natural pensar que alguien que ha cometido un crimen tendría que sentir un sentimiento de culpabilidad ineludible y venirse abajo. Pero ¿es realmente así en la mayoría de los casos? Yo más bien pienso que el sentimiento de culpabilidad es de las cosas peor repartidas en el mundo, algunos lo sienten por nimiedades y otros no lo llegan a sentir ni ante los mayores crímenes. Lo sorprendente para mi es que Phillip accediera a matar en primer lugar.
Otra cuestión interesante es si la influencia del profesor Rupert Cadell es en parte culpable de lo que han hecho sus alumnos. Rupert se burla amablemente de los invitados que no están a la altura del trío que forman Brandon, Philip y el propio Rupert. Más tarde se horroriza cuando ve sus ideas puestas en práctica y dice que sus teorías se han malinterpretado, pero ¿de qué otra forma se podían interpretar?
En el aspecto estilístico me resulta interesante ver un reflejo de los años 40 y de cómo han cambiado las cosas desde entonces. Supuestamente se trata de jóvenes universitarios, pero su manera de comportarse y de vestir es completamente diferente a la de de los universitarios actuales. No sólo es que la forma de vestir sea más formal, sino que también demuestran una gran sofisticación en otros aspectos de la vida diaria. El apartamento de Brandon en el que los cuadros, la cristalería, cubertería etc. han sido elegidos cuidadosamente. Igual que el menú y las bebidas que se ofrecen a los invitados que también han sido escogidos entre lo mejor.
En las fotos de arriba detalles del apartamento

Una casa en el Monte Rushmore




Una de mis casas favoritas de películas es la casa que utilizó Hitchcock para Con la muerte en los talones (North by Northwest). Es una casa situada en el Monte Rushmore que recuerda las del estilo de Frank Lloyd Wright, pero en realidad no lo es. La razón principal para no utilizar una casa del propio Wright fue que resultaba muy caro. Al final fueron los propios diseñadores de la Metro los que se encargaron de desarrollar la idea.
De esta casa me gusta especialmente el diseño pendiendo de la montaña, pero también me gustan mucho los interiores. Los muebles son modernos y aparecen con profusión figuras y objetos de arte de lugares exóticos.

La moda y el cine (I). Alfred Hitchcock

En el bolso de Eva Marie Saint (Eve Kendall) se puede leer la etiqueta de Bergdorf Goodman´s. También se puede apreciar la pistola junto al resto de sus elegantes pertenencias.

En la imagen Grace Kelly en "Atrapa a un ladrón"(To Catch a Thief, 1955)
Hitchcock ha sido uno de los directores que más importancia le han dado al vestuario en sus películas. En Crimen perfecto (Dial M for Murder, 1954) según Donald Spoto “excepto el vestido de encaje rojo, todo lo demás era de confección. Deseaba ir de un vestuario brillante y lleno de color a otro apagado y deprimente a medida que cambiaba la fortuna de la mujer.”
Sobre “La ventana indiscreta” (Rear Window, 1954) Edith Head, la encargada del vestuario dijo “cuando me entregó el guión definitivo, cada vestido estaba indicado. Había una razón para cada color, cada estilo, y estaba absolutamente seguro de todo lo que había puesto sobre el papel. Para una escena la veía de verde pálido, para otra de gasa blanca, para otra de dorado. Realmente estaba materializando un sueño en los estudios.”
En “Vértigo” (1958), Kim Novak tuvo que plegarse a sus exigencias ya que según Edith Head “llegó con todo tipo de ideas preconcebidas acerca de lo que debía llevar y cómo debía verse y no debía verse en la pantalla anunció que no iba a llevar un traje gris con su pelo teñido de rubio para la cámara en Technicolor, puesto que temía que se la viera vaga y desteñida. También que posiblemente no iba a poder llevar escarpines marrón oscuro, puesto que exagerarían lo que ella consideraba unas pantorrillas más bien carnosas. Bueno, le dije que echara otra ojeada al guión. Para la escena en la cual tenía que llevar un traje gris y un chal blanco con su pelo rubio platino peinado hacia atrás, Hitchcock había sido muy específico. Había insistido en que debía dar la impresión como si acabara de surgir de la niebla de San Francisco… una mujer hecha de misterio e ilusión. Naturalmente, cuando fue plasmada en la pantalla, dio exactamente la impresión que Hitch quería”.
Para “Con la muerte en los talones” (North by Northwest, 1959) Hitchcock exigió contar con Eva Marie Saint y también mantuvo un férreo control del vestuario, según el mismo contó “Controlé hasta el último pelo de su cabeza. Se hicieron dos vestuarios para ella, y cuando fuimos a comprobarlos descubrí que el diseñador de vestuario la había vestido como una hospiciana… estaba vistiendo a la Eva Marie de La ley del silencio… fui yo mismo a Bergdorf Goodman´s y me senté allí con ella, y las maniquíes desfilaron. Escogí los vestidos por ella… Sugerí que fuera vestida básicamente en tonos negros… un traje de cóctel de seda muy negra ligeramente estampado con flores color vino para las escenas donde engaña a Cary Grant; un jersey marrón oscuro ribeteado y un traje de arpillera color naranja tostado para las escenas de acción… Hice lo mismo con Grace Kelly, que aparecía más bien apagada en Solo ante el peligro (High Noon, 1952). Pareció florecer para mí… me tomé mucho trabajo con Eva Marie Saint transformándola y haciéndola aparecer elegante y sofisticada. A continuación hizo una película llamada Exodo (Exodus, 1960), y parecía como disipada… Actué exactamente como un hombre rico manteniendo a una mujer: supervisé la elección de su vestuario en todos sus detalles… exactamente del mismo modo que hizo Steward con Kim Novak en Vértigo”.