Mostrando entradas con la etiqueta Match Point. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Match Point. Mostrar todas las entradas

Leyendo








En Una habitación con vistas Cecil lee un libro ficticio supuestamente escrito por otro de los personajes.
Shoshana en Malditos bastardos lee El Santo en Nueva York de Leslie Charteris
Chris Wilton lee Crimen y castigo alternándolo con The Cambridge Companion to Dostoievski
En Les chansons d'amour de Christophe Honoré Ismael ojea Franny y Zooey.
Siguiendo con J.D. Salinger en El resplandor Wendy lee El guardián entre el centeno.
En Cuando Harry encontró a Sally, Harry lee Misery de Stephen King

Match Point comparada (II)








En Match Point a la visión de Woody Allen del mundo y su moralidad que ya había explicitado en “Delitos y faltas” se añade una reflexión sobre la suerte. Cuando surge en la conversación el trabajo de actriz de Nola comienzan a hablar de la suerte. Chloe dice que no cree en la suerte que el trabajar duro es lo importante. Según Chris el trabajo duro es esencial, pero todo el mundo tiene miedo de admitir lo importante que es la suerte. Es curioso que sea Chloe que es rica de nacimiento la que defienda la postura del éxito a través del trabajo y Chris el joven arribista la importancia de la suerte. No creo que esto sea intencional por parte de Allen, pero es coherente que a los ricos les guste pensar que triunfan porque lo merecen por su trabajo. Por otra parte, también es normal que los pobres que aún no han llegado valoren otros factores que entran en juego para triunfar como la suerte. Yo estoy de acuerdo con Chris y Woody Allen en que además del trabajo cuenta la suerte, pero también creo que cuentan otra serie de factores como el talento y las circunstancias como por ej. nacer en según que familia.
La primera parte de Match Point parece salida de una novela de costumbres de Henry James donde se describe la ascensión social de un joven a la vez que el mundo al que llega a acceder. Esta primera parte de Match Point me recuerda a otra película “Herida” de Louis Malle. Las dos películas retratan el mismo mundo de la alta sociedad londinense con una estética muy cuidada. No es la única vez que cineastas extranjeros retratan el sistema de clases británico, lo han hecho también Ang Lee en “Sense and Sensibility” y Robert Altman en “Gosford Park”, pero estas películas son de época. El francés Louis Malle y Woody Allen en cambio actualizan el retrato de la sociedad de clases británica.
En las fotos aparecen escenarios de ambas películas.
1 La casa de campo digna de una producción Merchant-Ivory que en el caso de Herida se llama Hartley y en el caso de Match Point Hedley.
2 Los imponentes comedores familiares de dicha casa campestre.
3 y 4 La casa londinense decorada de forma clásica.

Match Point comparada (I)

Este post contiene spoilers no solamente de Match Point, sino también de Un lugar en el sol y Delitos y faltas.Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) un ex tenista profesional comienza a trabajar en un club de tenis como instructor. Allí conoce a Tom Hewett (Matthew Goode) hijo de una familia rica y a través de él a su hermana Chloe (Emily Mortimer). Chris empieza una relación con Chloe, aunque al mismo tiempo se siente atraído por Nola (Scarlett Johansson), la novia de Tom. Chris se casa con Chloe, pero tras la ruptura de Tom y Nola inicia una relación con Nola. Ella se queda embarazada y presiona a Chris para que se divorcie amenazándole con contárselo todo a Chloe.
En Un lugar en el sol el protagonista George se ve presionado igualmente por Alice su novia pobre y embarazada para que se case con ella. En este caso George está enamorado de la chica rica, mientras que en Match Point Chris, aunque está genuinamente interesado por Chloe la ve principalmente como un medio de ascenso social. Chris mata a Nola mientras que George tiene intención de matar a Alice, pero la muerte al final ocurre por accidente. Sin embargo, George es condenado a la silla eléctrica mientras que Chris sale bien librado. Un lugar en el sol fue realizada en un tiempo en el que se predicaba que el hombre malvado es castigado mientras que el bueno triunfa al final. En la America de los años 50 no hubiera sido tolerado que en una película un criminal escapase de la justicia. Los finales de Match Point y Delitos y faltas por el contrario no se ven constreñidos por el código moral de los 50 y reflejan la visión de Allen sobre la suerte y la justicia. Para Woody Allen Dios no existe, tampoco el cielo y el infierno. La justicia es un invento humano y por tanto falible. Diariamente se ve como existen crímenes que quedan impunes. En Delitos y faltas se pone como ejemplo a los criminales nazis escapados de la justicia. Lo único que tiene cada persona es su propio sentido de la moralidad.
En Delitos y faltas el motivo de crimen es parecido al de Match Point y el final es el mismo, pero por ej. el crimen no es mostrado. Lo más importante es la lucha moral que libra Judah (Martin Landau) antes de mandar cometer el crimen y sus remordimientos después de cometido este. En Match Point una vez Chris ha decidido cual es la solución al problema no duda y la ejecuta él mismo. Finalmente los dos consiguen continuar su vida y justificarse ante sí mismos para evitar problemas de conciencia.
En "Conversaciones con Woody Allen" de Eric Lax, Allen dice del personaje de Martin Landau “Había mucha gente que pensaba que Marty estaba obsesionado y se veía condenado a contar la misma historia una y otra vez, como el Viejo Marinero. Pero no había nada de eso. Marty no estaba obsesionado, estaba bien. Veía que en un mundo sin Dios uno podía salirse con la suya y no le preocupa en absoluto.” Y del personaje de Rhys Meyers dice que “Sí. Creo que se ve en una situación que no le llena de alegría precisamente. Está casado con una mujer que no le apasiona. Le atrae la buena vida de la que goza como yerno de una familia rica pero le da claustrofobia trabajar en la oficina. Y encima su esposa empieza a insinuarle que quiere otro hijo.
No piensa en el crimen ni para bien ni para mal. Tiene lo que quería y lo ha pagado caro. Es una lástima que fuera eso lo que quisiera. Ve que no ha sido ni será nunca feliz en su matrimonio y hasta puede que su situación económica se vuelva tan buena que deje a su mujer.”
Nadie como el propio Woody Allen para hablar del mensaje que quiere reflejar en estas dos películas: “Lo que digo realmente, y lo digo con toda claridad, sin ningún mensaje oculto ni esotérico de por medio, es que tenemos que aceptar que vivimos en un universo sin Dios y que la vida carece de sentido y que a menudo es una experiencia terrible, brutal y sin esperanza, y que las relaciones amorosas son durísimas, y que aun así tenemos que encontrar la manera, no sólo de hacer frente, sino de llevar una vida decente y moral. (…) Por otra parte, hay mucha gente que opta por vivir de un modo completamente egocéntrico y homicida. Como nada tiene sentido, piensan, y puedo salirme con la mía si cometo un crimen, voy a hacerlo. Pero uno también puede optar pon pensar que está vivo, al igual que el resto de sus congéneres, y que viaje con ellos en un bote salvavidas y tiene que intentar comportarse con la mayor decencia posible por él y por todos los demás. Un planteamiento que a mí me parecería mucho más moral e incluso mucho más “cristiano”. Si uno reconoce la horrible verdad de la existencia humana y frente a ello opta por ser una persona decente en lugar de engañarse a sí mismo pensando que le espera una recompensa o un castigo divino, me parece una postura más noble. Si uno se comporta bien porque luego habrá una recompensa o un beneficio o porque evitará un castigo, su comportamiento no responde a tan nobles motivos”

Star Wars y acentos

El otro día estuve viendo el DVD de “El imperio contraataca” y escuchando los comentarios del director, Irvin Kershner. Decía que eligió a los secundarios americanos para los papeles de buenos y a los británicos para hacer de malos. Como no tenía bastantes actores americanos tuvo que doblar a los actores ingleses para que sonaran americanos. En Star Wars es así en la mayoría de los casos pero con excepciones. Hay buenos con acento británico Obi Wan Kenobi (Alec Guinnes) o C3PO y un malo Darth Vader con acento americano, (aunque en realidad al final no es totalmente malo). Esta preferencia no resulta extraña porque estamos acostumbrados a que los malvados en las películas americanas tengan acento británico y no cualquier acento británico. El acento elegido es invariablemente RP (received pronunciation) (también llamado “inglés de la Reina” o “inglés de la BBC”). Este es el acento neutro inglés que hasta hace poco era hablado mayoritariamente por la clase alta inglesa con independencia de su región de origen. Era el acento que se adquiría en las “public schools” como Eton y en las universidades de Oxford y Cambridge. También era utilizado por los actores shakesperianos y locutores de la BBC. Se suelen esgrimir distintos motivos para explicar esta tendencia, entre ellas que el acento británico suena más sofisticado y por tanto es ideal para malvados inteligentes y despiadados. Otros acentos más populares como el cockney (el que tiene Eliza Doolittle al principio de “My Fair Lady” por ej.) probablemente no serían tan efectivos a la hora de encarnar villanos. Otros excelentes malvados con acento inglés han sido Alan Rickman en “La jungla de cristal” o Anthony Hopkins en “El silencio de los corderos” y “Hannibal”. Uno de los acentos ingleses que más me gusta es el de James Mason en “Con la muerte en los talones”.

http://en.wikipedia.org/wiki/Received_Pronunciation

Creo que una de las razones por las que me gustan ciertos actores es su acento inglés. Por nombrar unos pocos además del ya citado James Mason estarían Jeremy Irons, Rupert Everett o Kristin Scott Thomas. Uno de los atractivos de “Match Point” para mí es el acento inglés de casi todos los actores a excepción de Nola que es americana, de un cockney que muestra un piso para alquilar a Chris al principio de la película (al que no entiendo nada por cierto) y de los dos policías (uno de ellos tenía acento escocés que también es agradable). He leído en alguna crítica que no es creíble que un irlandés como Chris Wilton hable con ese acento. Al contrario, yo pienso que Chris es el tipo de persona capaz de escuchar una y mil veces cintas de actores shakesperianos con la finalidad de adquirir el acento correcto.

Tengo entendido que es un acento que se está perdiendo o al menos cambiando gradualmente. Al parecer las connotaciones de clase tienen bastante que ver con esto. Hablar con RP (received pronunciation) en un pub inglés no parece inspirar muchas simpatías. Ni siquiera la familia real lo habla ya como solía, según han constatado investigadores del tema comparando los discursos de la reina a lo largo de los años. Es posible que llegue un momento en el que sólo se pueda escuchar este acento en su forma más pura en las películas.
Un ejemplo de acento que ya casi sólo se puede encontrar en películas es el Mid-Atlantic, que combinaba el inglés americano con el inglés británico para resultar aceptable en ambos países. Este tipo de acento se podía encontrar en las clases altas ej Franklin Delano Roosevelt y también muy especialmente en actores de cine y teatro. Algunos de los actores que hablaban con este tipo de acento eran Bette Davis, Cary Grant o Katharine Hepburn. Empezó a declinar después de la Segunda Guerra Mundial cuando actores como Humphrey Bogart o Henry Fonda comenzaron a utilizar otros acentos regionales americanos. Hoy en día es un acento prácticamente desaparecido, aunque Frasier y Niles Crane en la serie “Frasier” hablan de una manera que se asemeja mucho.

La facilidad para imitar acentos es una cualidad muy útil para un actor ya que le permite adaptarse a papeles de un lado u otro del charco. Un actor que lo ha hecho sorprendentemente bien es Hugh Laurie que imita el acento americano del Dr. House a la perfección. El caso contrario, es decir, actores americanos que imitan el acento inglés es más común.
En Star Wars, el escocés Ewan McGregor tuvo que imitar la forma de hablar y el acento de Sir Alec Guinness. Dicen que en algún momento en que el acento era diferente del original el director George Lucas tuvo que doblarlo cosa que no gusto mucho al actor. No sé si será verdad, en los extras de los DVDs no se dice nada al respecto y todo parece buen rollo por supuesto.

La moda y el cine (II)

Mis gustos se orientan hacia el lujo y el maximalismo por lo tanto mi número uno personal se lo daría a Greta Garbo en "Mata Hari" (1931). Todas esas joyas, el lamé, la pedrería en los vestidos y los brillos que me pierden como a las urracas.
A Lauren Bacall la han vestido muy bien en casi en sus películas. En su primera película “Tener y no tener” (1944) de Howard Hawks fue modelada a imagen y semejanza de Slim Keith, entonces esposa de Hawks que fue además quien la descubrió al ver su foto en una revista. Incluso parte del vestuario que se utilizo pertenecía a Slim, una de las mujeres mejores mejor vestidas en aquellos años. Sin embargo, a mí personalmente donde más me gusta su ropa es en “Asesinato en el Orient Express” (1974).
Sin ningún ánimo de exhaustividad mencionaré también otras películas cuyo vestuario me ha gustado. En “Henry y June” (1990) Maria de Medeiros y Uma Thurman tienen un aire bohemio y decadente con ojos ahumados, terciopelo, capas y estolas.
Las películas de Bertolucci siempre cuidan la estética. Me gusta especialmente “El último emperador” (1987) con la mezcla de trajes orientales y elegantes vestidos de los años 20.


En la foto sendas boinas rojas en "El cielo protector" (1989) y “Soñadores” (2003).


“Instinto básico” (1992) es una película llena de referencias a Hitchcock y los diseñadores del vestuario crearon para Catherine Tramell un guardarropa clásico en tonos blancos y tierras. En la famosa escena del interrogatorio lleva un vestido blanco muy a lo Grace Kelly.
Este año se llevan mucho las botas mosqueteras que lleva Sharon Stone en esta secuencia de “Instinto básico”. Claro que no a todas les quedan como a Sharon, algunas parecen más bien pescadoras de truchas con ellas.

La encargada de vestuario de Woody Allen en Match Point (2005), Jill Taylor comento en una entrevista que el vestuario de los Hewett tenía que parecer lo más caro posible. Sastres londinenses, camisas hechas a medida y ropa de Chanel para Chloe (Emily Mortimer). Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) empieza llevando vaqueros y termina con trajes caros y jerseys de cachemir. Por el contrario, Nola Rice (Scarlett Johansson) lleva durante toda la película ropa informal a la moda comprada en High Street, un equivalente inglés de H&M. La ropa la señala como una intrusa en el mundo de los Hewett.
La ropa de hombre me aburre un poco, pero no cabe duda de que en la historia del cine se pueden encontrar grandes ejemplos de estilo como Cary Grant. Yo me decanto más por el estilo más dandy. Los malvados Patrick Bateman en "American Psycho" (2000) y Hannibal Lecter en "Hannibal" (2001) pueden ser un buen ejemplo en este sentido. Christian Bale con su look de gimnasio y sus trajes de Armani fue un adelantado de la tendencia metrosexual. El ganador de un Oscar Janty Yates fue el encargado de vestir a Anthony Hopkins en “Hannibal”. Un sibarita como el Dr. Lecter conocedor de los mejores vinos, de arte etc. no podía ser descuidado en el vestir. Su vestuario incluye trajes de Gucci y Armani así como un sombrero fedora blanco (el mismo modelo que llevaba Indiana Jones).