Dejarse ir...

“Lloramos al nacer, por tener que entrar en este gran escenario de locos”. William Shakespeare

VIERNES 7 DE AGOSTO DE 2009

¿Qué hacer cuando no sabes que hacer? ¿A quién acudir? ¿Hacia donde correr? ¿En dónde esconderse? ¿Qué decir, qué callar? ¿Qué mirar, que tocar? ¿Qué sentir, qué vivir? ¿Qué elegir, qué obviar? ¿Qué olvidar, qué recordar? ¿Qué soñar, qué pensar? ¿Estaré haciendo lo correcto? ¿De que dependen mis acciones? ¿En dónde voy a terminar? ¿A quién lastimaré, a quién ayudaré? ¿Diré realmente lo adecuado? ¿Servirán mis palabras de algo? ¿Alguien me está escuchando? ¿O es todo un eterno silencio sin respuestas para mí? ¿Cuándo llega el fin? ¿En donde comienza el principio? ¿Cuánto aguantaré? ¿Cuánto me esforzaré? ¿Cuál será mi recompensa? ¿Vale la pena luchar por mi sueño? ¿Debo hacer caso a lo que el resto dice o hacer oídos sordos? ¿Tengo oportunidad? ¿Tengo opción? ¿Qué estará pensando de mí en este momento? ¿Me querrá?
¿Qué hacer cuando la vida se transforma en un torbellino de emociones y nos mareamos de tal forma que no encontramos el camino adecuado, cuando se transforma en un sinfín de dudas que nos provoca un gran vacío?
Hay veces en las que soñamos con sólo dejarnos llevar para dejar atrás las preocupaciones. Salir corriendo. Volar. Escapar. Trepar montañas. Alcanzar el cielo. ¿Quién nunca soñó con desaparecerse aunque sea por un instante, con abandonar todo, con olvidar el pasado, con esconderse y que ya nunca nadie lo mire? Así nos sentimos cada vez que alguien nos lastima, cada vez que alguien nos contesta mal, cada vez que nos salen mal las cosas, que pasamos vergüenza. ¿Acaso no es humano cometer errores? Lo es, y también es humano reconocerlos. De ellos aprendemos. Sólo así sabemos qué está bien y qué está mal. Sólo así nos vemos comprometidos con nosotros mismos, cuando nos proponemos a cambiar, cuando asumimos que estuvimos mal y pedimos perdón, cuando la vida nos da una segunda oportunidad para aprovechar. Nadie nace sabiendo. Todo se aprende. De a poco, pero se aprende. Es cuestión de abrir la mente, de aceptar diferentes puntos de vista, de no olvidarse de quienes somos, de levantarse cada vez que nos caemos… 

Dicen

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... 

Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias... 

PAULO COELHO

"La única forma de sanar es confiando. Un corazón roto significa que has intentado algo" Elizabeth Gilbert


Martes 16 de junio de 2009

“No puedo dejar de darme cuenta que todavía te sigo amando. Sí, a pesar de todo te amo… y no lo entiendo. ¡No me entiendo a mi misma! Es que… ¡desde hace tanto que te amo! Que no imagino mi vida no amándote. Ya no sé que hacer…creo que no me queda más remedio que dejarte ir, por mucho que me duela, por mucho que me cueste, por más que no quiera, por más que me destroce el verte partir…es que ya estoy cansada de soñar sin vos… y ya cuando parece que todo está por terminar, una luz aparece…algo que me hace retroceder en mi decisión, algo que me hace volver a amarte como antes, algo que hace que quiera buscarte, abrazarte y no dejarte ir, algo que hace que quiera seguir peleando por tu amor, por tu cariño, por tus besos y tus abrazos… no sé bien qué es, pero ese algo me mantiene con fuerzas. Con fuerzas para seguir adelante y no caer, con fuerzas para seguir mirándote a la cara y contenerme en decirte todo lo que siento: todo lo que te amo. Son esas fuerzas las que me dicen que no todo está perdido…que algo de esperanza queda pero que tengo que confiar en mí, en vos…
Me acuerdo el día en que nos conocimos. Desde ese día, sin siquiera conocerte, me embrujaste de repente, me condenaste eternamente a sentir que te he amado desde siempre. Y tal vez por eso sea que todavía no puedo sacarte de mi mente. Estoy bajo un hechizo… ¿hasta cuando?”.

Amor improbable

Lunes 11 de mayo de 2009

“Realmente, ¿En qué estaba pensando? ¿En que vendrías a buscarme algún día? ¿En que algún día me amarías como yo te amo? ¿En que verdaderamente te importo siquiera un poco? ¿En que en algún momento del día pensás en mí? ¡Es absurdo! Me siento tan tonta…desperdiciando tanto tiempo de mis pensamientos dedicados a vos. Desperdicié horas de mi vida llorando por tu amor, por ese amor que nunca tuve y ahora veo que nunca tendré. Desperdicié y derroché palabras, poemas de amor, sentimientos de cariño y aprecio hacia una persona a la que ni siquiera le importo, que ni siquiera se acuerda que existo, que ni siquiera es mi amigo.
Ya no aguanto estar tan lejos de vos. Me enteré que estás saliendo con alguien. Bien por vos. No voy a mentir diciendo que me alegro porque no es así ciertamente, pero tampoco voy a decir que me pone mal. Es más, siento que me estás ayudando. Ayudándome a olvidarte. Y lo bien que hacés, porque sé que lo nuestro es un amor imposible e inalcanzable. Cada uno tiene que seguir su vida. Me duele decirlo, pero tal vez nuestro destino no sea estar juntos.
Desde que te conozco, con lo único que sueño es estar a tu lado…sentirme feliz y protegida junto a vos. Nunca antes me había pasado con alguien. Era una cosa que cada vez que te veía me brillaban los ojos. Mi soledad ya no existía, mi alegría se contaba con tus sonrisas, mi dolor con tus lágrimas, mis sueños eran sobre vos, mi contención tus abrazos, las caricias tus manos y el amor eras vos.
Yo…siendo tan orgullosa, ¡era capaz de bajar la mirada al verte pasar! Era capaz de dar la vida por vos. Lo eras todo para mí, y te juro que nunca en mi vida sentí dolor tan grande como este que siento ahora, el dolor de haberte perdido, el dolor de que te hayas alejado, el dolor de que me trates con indiferencia, el dolor de saber que te vas sin siquiera saber lo mucho que te amo.
Las cosas ya no son lo que eran.  Lo que antes era un sueño, es ahora una pesadilla… ¡y quiero despertarme! Me siento débil y derrotada, ya no tengo fuerzas para seguir adelante. Mi corazón tiene un límite, y creo que hasta aquí llega. Sé que dije que podría amarte por siempre, pero siempre es mucho tiempo, y a medida que pasan las horas yo más me desespero y más cuenta me doy del daño que me hace que estés en mi corazón.
Mi corazón partido está… ¿de qué me vale llorar si la herida ya fue provocada? Cuando te fuiste en busca de otro amor…yo me quedé sola y sin una parte de mi corazón, porque te extrañaba cada día más y más. Me robaste mi otra mitad. ¡Que ignorancia la mía! Me entregué como si nada. ¡Te amaba tanto! Y es increíble como alguien puede romper tu corazón, y sin embargo sigues amándole con cada uno de los pedacitos que te quedan.
Me equivoqué con vos. No sos el amor de mi vida como pensaba hasta hace unos minutos. Vos tenés tu vida, yo tengo la mía. Tengo que seguir adelante, así sea que no tenga el valor para hacerte a un lado, tengo que hacerlo porque ya no soporto este frío dolor que me congela el alma, me cierra los ojos, me tapa los oídos y me aleja de la realidad, de la triste realidad de la que formo parte.
¡Basta! Hasta acá llegué. No me pidas más. No puedo amarte más”.



"Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado". Alfred Tennyson

Amor imposible es saber que pudo haber sido, si hubiera actuado a tiempo, si hubiera sabido... Amor improbable es tener la conexión y saber que el tiempo no lo permite, por una cosa o por otra, es algo lejano... 

Y a pesar de todo no pierdo las esperanzas. La vida cambia constantemente y cuando menos lo esperas te da la mejor sorpresa. De nada me arrepiento, pero me arrepentiría si te vuelvo a tener y te dejo ir sin luchar.

 Amor imposible es conocerte y no tenerte. Pero así es la vida y si debe ser será, si tenemos que estar juntos, vamos a estar, y si no, tal vez en la próxima vida. Mi imaginación no tiene limites, y en ella he vivido un millón de vidas contigo y en cada una fuimos felices. Amor improbale me dice que todavía puedo hacer mis sueños realidad. Me dice que todavía estás ahí... 

Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase y que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

Historia sin fin

“Me he dado cuenta que lo que uno hace en la vida es la mitad de la ecuación, la otra mitad, la mitad más importante, es con quien estas mientras lo haces”.

JUEVES 02 DE FEBRERO DE 2012

No estoy bien. Tengo ganas de llorar todo el tiempo. Lo único que me frena es pensar que en algún momento de mi vida voy a recuperarlo y tenerlo conmigo como antes, pensar que va a estar entre mis brazos como tantas otras veces. Lo extraño como si no lo viera desde hace años. Lo extraño, sintiendo que cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día lejos de él es tiempo perdido que no voy a recuperar jamás. Lo extraño, recordando cada momento alegre que pasamos juntos. Lo extraño cuando pienso en sus brazos y en sus piernas abrazándome, en su pecho donde tantas veces me consolé, en su perfume en su cuello que respiraba cada vez que lo abrazaba, en su pelo indomable, despeinado. No me daba cuenta que a su lado era tan feliz. No me daba cuenta que a su lado lo tenía todo. Y ahora no tengo nada.
Es que lo amo desde que tengo memoria, desde el primer momento en que lo vi y no quise despegar mi pensamiento de él. Lo amo desde que Dios lo cruzó en mi camino. Y no soporto tenerlo lejos. No soporto que esté mal y lejos de mí. Quiero abrazarlo, quererlo, amarlo. Daría lo que fuera por pasar un día más a su lado.

Soy capaz de esperarlo toda la vida, así sea que él no venga nunca más a mí. Realmente lo amo. Muchísimo.

Sé que después de todo, incluso después del final, voy a seguir amándolo.
Nuestra historia no tiene fin. No puede tener fin. No lo voy a aceptar.
Voy a seguir buscándolo hasta el fin de mis días. Lo necesito acá conmigo. No puedo vivir sin él. Él es el amor de mi vida.


Ay, pasan los días y los meses y yo me sigo sintiendo igual. Vuelve cuando estoy a punto de no extrañarlo más... es un círculo vicioso, sin fin. Realmente, esto es una historia sin fin. 
Estoy condenada de por vida.

La media naranja

Contaba Aristófanes que, en un principio, la raza humana era casi perfecta. Los seres eran esféricos como naranjas; tenían dos caras opuestas sobre una misma cabeza, cuatro brazos y cuatro piernas que utilizaban para desplazarse rodando. Estos seres podían ser de tres clases: uno, compuesto de hombre + hombre, otro de mujer + mujer y un tercero (el ‘andrógino’), de hombre + mujer.
Su vanidad les llevó a enfrentarse a los dioses creyéndose semejantes a ellos. Zeus los castigó partiéndolos por la mitad con el rayo; y mandó a Hermes que a cada uno le atara la carne sobrante en torno al ombligo. Ya repuestos, los seres andaban tristes buscando siempre a su otra mitad, y si alguna vez llegaban a encontrarse con ella, se enlazaban con sus brazos hasta dejarse morir de inanición.
Zeus, compadecido por la estirpe humana, ordenó a Hermes que les girase la cara hacia el mismo lado donde tenían el sexo: de este modo, cada vez que uno de estos seres encontrara a su otra mitad, de esa unión pudiera obtener placer y si además se trataba de un ser andrógino pudieran tener descendencia.
Desde entonces los seres humanos nos vemos condenados a buscar entre nuestros semejantes a nuestra media naranja con la que unirnos en abrazos que nos hagan más “completos”.



El hombre perfecto es aquel que estando en cualquier lugar del mundo, lo único que quiere es estar a tu lado, porque la vida es mejor así.
Yo no creo que existan los hombres perfectos. Ni tampoco mujeres perfectas. No hay personas perfectas en el mundo. Todos tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes.
Si creo en el amor eterno, en que uno puede enamorarse de alguien para toda la vida. Ese amor eterno, es nuestra media naranja, nuestra otra mitad perdida por el mundo que vuelve hacia nosotros y que solo puede separarse de nuestro ser a causa de la muerte.

Pero no nos confundamos, esto de la "media naranja" es metafórico. Nosotros ya somos seres completos, capaces de vivir por nuestra cuenta.

"Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía es más agradable. Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual...que era eso lo que funcionaba! No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto: cada uno lo va a tener que descubrir solito. Y entonces, cuando estés “enamorado de ti mismo" podrás ser feliz y te enamorarás de Alguien. Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día."

John Lennon.